Mieres del Camino, J. A. O.

El tremendo malestar del equipo de gobierno socialista de Mieres con la Federación de Asociaciones de Vecinos también se extiende a la polémica derivada de la hipotética reestructuración de los servicios municipales de autobús. El colectivo vecinal ha criticado amargamente que el alcalde, Luis María García, no les convocara a una reunión para analizar la cuestión, cuando, según precisó ayer Rafael Perdiguer, «se le había enviado una carta en la que se argumentaban las razones por las que no resultaba conveniente realizar el encuentro en las fechas solicitadas». A partir de ahí, el concejal acusó a la federación de «esconder la existencia de la misiva en sus críticas públicas al equipo de gobierno» y ligó esta situación con esa «estrategia» que aprecia en la asociación, «coincidente casi siempre con los intereses de IU».

El secretario de la organización vecinal, Ángel Luis Rubio, llamó la atención sobre el hecho de que los «drásticos cambios y los recortes en algunas de las líneas que cubren los tramos urbanos van a producir numerosas protestas por parte de los usuarios». Además, en la misma línea, también apuntó que su colectivo «lleva criticando, desde que comenzó la obra, que la estación de autobuses no tiene un emplazamiento adecuado, y eso se va a demostrar con la reordenación de servicios».

Ángel Luis Rubio también informó de que la Federación de Vecinos ya está manteniendo reuniones con las empresas Emutsa, Recollo y Fernández -que son las que cubren los servicios más utilizados por parte de los vecinos de Mieres- para estudiar el posible impacto de las medidas para los usuarios y, al tiempo, buscar las mejores soluciones «para evitar futuras protestas».