Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

La ambiciosa expansión universitaria en la que está inmersa Mieres no deja de ser un capítulo más de la estrecha vinculación que el concejo ha mantenido desde hace más de un siglo con la docencia. El nuevo campus de Barredo ha nacido como herencia de las minas, retomando una conexión entre industria y enseñanza que tampoco es nueva. Hace ya medio siglo, la desaparecida Fábrica de Mieres impulsó la creación de un centro de formación de obreros especializados que sería bautizado como Escuela de Aprendices. A finales de la década de los sesenta, con el desmembramiento de Fábrica, la escuela desapareció. No obstante, el recuerdo de aquellos años ha quedado grabado en la memoria de un muy numeroso grupo de mierenses. Ahora, los antiguos alumnos, que en 2006 celebraron el 50.º aniversario de la fundación del centro, quieren crear un museo dedicado a esta singular y fructífera experiencia docente.

A lo largo de los últimos años, los antiguos alumnos de la Escuela de Aprendices han recopilado una importante cantidad de material y documentación sobre el centro. Así, consideran que es totalmente viable poner en marcha un museo dedicado a este complejo formativo, que tuvo su sede en el edificio que actualmente alberga la Casa de la Música, en la calle Escuela de Capataces. «Se han recuperado buena parte de los proyectos y bastantes piezas, y consideramos que sería muy interesante encontrar una ubicación para que la gente pueda conocer este trabajo a través de una muestra permanente», apuntó Ángel García, uno de los portavoces del colectivo, que reclama al Ayuntamiento un local para poner en marcha la iniciativa.