Mieres del Camino, J. E. M.

Un año de giro estratégico. Han pasado casi doce meses desde la última cita electoral de ámbito municipal y la brújula del PP parece haber cambiado sensiblemente su norte en los ayuntamientos de la comarca del Caudal. Lo que hasta hace poco simplemente se intuía en el día a día municipal ha quedado patente en las primeras negociaciones presupuestarias de la legislatura libradas en Mieres, Lena y Morcín.

Los populares han pasado de ser el azote y el látigo de los gobiernos a bastón de apoyo de los ejecutivos locales. El objetivo: transmitir una imagen de responsabilidad y colar iniciativas propias en las cuentas locales. Para ello, «da igual el collar que lleve el perro», lo mismo se acuerda o se facilita la tarea al PSOE, como en Mieres y Morcín, o a IU, como sucedió en Lena. Con esta estrategia los populares también evidencian y profundizan en el divorcio de la izquierda, tanto PSOE como IU encuentran más fácil entenderse con los conservadores que entre ellos mismos. La situación es tal que «la derecha», hasta hace pocos meses denostada, recibe incluso piropos de sus rivales, algo que sucedió en los ayuntamientos de Mieres y Lena por parte de ambos alcaldes, el socialista Luis María García y Ramón Argüelles, de Izquierda Unida.

«Este mandato hay que reconocer que el PP está haciendo un ejercicio de responsabilidad que, por nuestra parte, agradecemos», señalaba hace poco el alcalde de Mieres, el socialista Luis María García, en una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA. Cuando se le recordaba que hasta hace poco parecía imposible llegar a acuerdos con PP e IU el regidor señalaba: «El tiempo restaña heridas. Ciertamente, las relaciones han mejorado. En el principal grupo de la oposición, el PP, se han producido cambios y se percibe una buena predisposición al diálogo, aunque luego cada cual defienda sus intereses. Agradezco y tengo en cuenta esta conducta. Salvo cuatro exaltados, el ciudadano aprecia la mesura política». Las palabras, que para nada recuerdan los duros envites que se cruzaron ambas fuerzas en la última campaña electoral de las municipales, servían para «agradecer» la abstención de los populares en el Pleno que permitió al equipo de gobierno del PSOE contar con presupuestos.

El giro del PP en Mieres también se ve en las iniciativas lanzadas por el grupo de José Coto, que desde inicio de la legislatura están haciendo especial hincapié en políticas de medio ambiente, mujer e inmigración.

En Lena, el regidor Ramón Argüelles, de IU, tampoco se escondía para elogiar a los populares tras una crítica del PSOE sobre los presupuestos. Las huestes de Juan José Pulgar echaban en cara a la coalición su pacto «con la derecha». «La obligación de Izquierda Unida-Bloque por Asturies es luchar por el futuro de Lena, y el Partido Popular también está en esta línea, por eso nosotros aceptamos su apoyo y se lo agradecemos». Ésa era la réplica de Argüelles a las acusaciones del PSOE en las que el portavoz socialista, Víctor Manuel Fuentes, aseguró que «la política de IU gira, y sus acuerdos con el PP van más allá de la aprobación de los presupuestos». El regidor lenense explicó entonces que «negociaremos las cuentas locales con quien lucha por el concejo, no con los que entorpecen el acontecer diario del municipio y hacen una oposición radical sin ninguna propuesta, como es el caso del PSOE». Argüelles es consciente de que IU arrastra en las elecciones municipales de Lena muchos votos que van al PP en las generales. Esa situación sirve para explicar una curiosa iniciativa que tuvo la coalición de izquierdas al poco de llegar al poder: recuperar la procesión religiosa de la Virgen del Rosario en la fiesta de Les Feries, que hacía medio siglo que no se realizaba. En Mieres el apoyo pasivo del PP a los presupuestos también se tradujo en choques entre la izquierda. IU-BA acusó al PSOE, y en especial al Alcalde, de «dar un giro a la derecha». El edil de Hacienda, Rafa Perdiguer, lo tuvo fácil en la respuesta: «Es lo mismo que hace su propio partido en Lena»

La última pincelada del cuadro del nuevo escenario político que se respira en la comarca y que recuerda al que se vive en Langreo desde hace años llegó desde Morcín. Los populares han respaldado esta misma semana las cuentas de los socialistas. Los desencuentros, insalvables hasta hace poco, dejan paso al diálogo, tanto que incluso los máximos responsables populares y socialistas en el Ayuntamiento de Morcín, el alcalde, el socialista Jesús Álvarez Barbao, y el portavoz del PP, Eduardo Murias, no tuvieron reparos en anunciar, en una rueda de prensa conjunta, su acuerdo para aprobar las cuentas anuales del Consistorio, que ascienden a 2,84 millones. El responsable popular explicó que el acuerdo «beneficia» al concejo. Barbao señaló, por su lado, que «tuvo abierta la puerta a negociar con todas las formaciones políticas». En Aller también puede hablarse de mejora de las relaciones entre los populares y el equipo que capitanea Gabriel Pérez Villalta. La oposición, que capitanea María Teresa Mallada, ha rebajado varios grados la dureza de sus críticas al gobierno de Villalta, y aunque no todo lo que reluce es oro, si se está permitiendo que los socialistas gobiernen en tranquilidad, máxime cuando el PSOE no tiene mayoría. En el concejo de Riosa el PSOE gobierna con mayoría, y ésta le proporciona la seguridad suficiente para sacar adelante la gestión local, aunque de momento tampoco se han conocido agrias polémicas.