José A. ORDÓÑEZ

Mieres del Camino,

Normalidad absoluta. Ésa es la imagen que quiso trasladar ayer Ovidio Sánchez del estado de sus relaciones con la dirección del partido en Mieres y, más en concreto, con su presidente, José Coto. Interpelado sobre las desavenencias aireadas por varios dirigentes locales críticos con Coto, el máximo responsable de los populares asturianos no sólo las desmintió con «rotundidad», sino que aseguró que «la relación es normal, afectuosa y muy cordial». Sánchez se confesó «cabreado» con «quienes, con mala intención, intentan que afloren unas disensiones que no existen».

El presidente autonómico del PP hizo estas manifestaciones tras reunirse con la dirección local mierense para analizar la marcha de las actuaciones a desarrollar con cargo a los fondos mineros en el concejo. A su lado, en la comparecencia pública que siguió al encuentro, se sentó José Coto, quien, mucho más serio de lo que es habitual en él, no hizo declaración alguna. Su postura estuvo en las antípodas de la locuacidad mostrada por Sánchez. Ambos dirigentes estuvieron flanqueados por los diputados regionales Carlos Galcerán y Ramón García Cañal. En un extremo de la mesa se situó el ex presidente del PP mierense, Pepín Prieto.

La dirección del PP de Mieres fue de las primeras de la región en hacer público su respaldo a Alicia Castro para que sustituya a Ovidio Sánchez. Este hecho, unido a la línea política marcada por Coto, basada en el diálogo y en la búsqueda de encuentros con el Gobierno socialista, ha hecho aflorar una incipiente tendencia crítica en la agrupación.