Decenas de mierenses, algunos en la foto, se concentraron ayer, a las once de la mañana, a las puertas del Ayuntamiento para denunciar la instalación de antenas de telefonía móvil en la ciudad. Los vecinos piden al gobierno local que apruebe una normativa que obligue a retirar los receptores a un mínimo de 400 metros de casas habitadas.