Pola de Lena,

José A. ORDÓÑEZ

Las obras de construcción de la variante ferroviaria de Pajares dejan un largo reguero de quejas vecinales desde Los Pontones a Pola de Lena. Daños en las carreteras secundarias de la zona, contaminación de manantiales, grietas en edificios y destrucción de antiguos caminos componen el grueso de una completa lista de quejas que ya han sido puestas en conocimiento del Defensor del Pueblo. De acuerdo con lo explicado por los representantes vecinales en la reunión que mantuvieron el pasado sábado en Campomanes, ésta es, paso a paso, la situación en las localidades afectadas por los trabajos de la línea de AVE entre Asturias y la Meseta.

l La Caleya: Los vecinos de este barrio de Pola de Lena se quejan de ruidos intensos tanto diurnos como nocturnos, que, a su juicio, se podrían evitar mediante la instalación de sistemas de insonorización. Además, reclaman filtros para los humos y para el polvo que salen del interior del túnel que se está construyendo en la zona, así como la recuperación de las fincas que, según denuncian, «se están destruyendo con las obras».

l Campomanes: Las quejas vecinales en el segundo núcleo de población de Lena son muy variadas. Sus habitantes denuncian que el agua corriente «sale turbia de los grifos» y que la zona de captación para la traída de la localidad, ubicada en el mismo cauce del río Huerna, «está llena de espuma y de cemento». Los vecinos exigen un «análisis constante del agua» y «que se hagan públicos los resultados», así como la construcción de una nueva captación desde el río Pajares. En otro orden de cosas, los vecinos se quejan de graves problemas de circulación en las calles interiores de Campomanes, por lo que reclaman mejor regulación del tráfico, que se prohíba el tránsito por la calle Felipe Canseco y por el puente Briendes y la reparación de todas aquellas vías afectadas.

l Carraluz: La asociación de vecinos de la localidad denuncia que la carretera de acceso «se ha convertido en un auténtico peligro a diario». Además, critica que el vertedero habilitado en la zona está ocasionando «un impacto paisajístico impresionante» y que, además, «corre riesgo de desprendimiento».

l La Cortina: El vecindario se queja de la «constante acumulación de polvo en las casas, en la carretera y en las fincas», algo que achacan al «mal estado de conservación» de la cinta transportadora que une la boca de los grandes túneles bajo la Cordillera con el vertedero instalado en las cercanía de la localidad. Además, también se denuncia la destrucción del «camín francés» hacia Artos y que el puerto del Carrizal «se ha quedado sin agua».

l Malveo: Las quejas se centran en el «pésimo estado de la carretera». Los representantes vecinales exigen que las fincas destinadas ahora a escombrera sean devueltas a sus dueños cuando concluyan las obras en marcha.

l Mamorana: Los vecinos denuncian la aparición de grietas en las casas, en la carretera y en la iglesia parroquial.

l Ronzón: Los portavoces vecinales aseguran que los vertederos de la zona «están en situación irregular» y que, además, «hay una cementera sin permisos».

l Sotiello: Los vecinos se quejan de que hay caminos cortados en la boca norte del túnel de San Bras, un recinto que, según indican, «contaba con vestigios arqueológicos, destruidos ya en su mayor parte a causa de los trabajos». Además, denuncian «gravísimos daños» en el tramo del «camín francés» entre Sotiello y Espineo, así como la ocupación de la pista a Alceo de los Caballeros «sin que se hayan ofrecido otras alternativas a los ganaderos». Finalmente, el vecindario exige la reparación de la carretera.

l Piñera Baxo: Las gentes de la localidad denuncian que se está destruyendo la carretera a Piñera y a Carraluz. También exigen la catalogación de manantiales y fuentes, debido al «temor a que puedan desaparecer a causa de las obras».

l Los Pontones: Aseguran los vecinos que el río Huerna «tiene el lecho cubierto de hormigón», que «no hay una sola trucha» y que «aparece con frecuencia teñido de sustancias de colores diversos». También denuncian grietas en las casas, concentraciones de polvo y la destrucción del camino público.

l Reconcos: El vecindario urge a catalogar los manantiales del pueblo y de los alrededores, que podrían verse afectados por las obras. También piden que se controle el yacimiento arqueológico de la Campa'l Castichu para evitar que sea dañado.

l Tiós: Las quejas se concentran en la «destrucción de fincas para habilitar escombreras». Los vecinos también exigen la devolución de estos solares a sus propietarios una vez terminadas las obras.

l Traslacruz: El vecindario denuncia la desaparición de acuíferos y pérdidas de agua en la fuente pública de la localidad. También lamentan el «estado lamentable de la carretera» y dicen que «el túnel que pasa por debajo de las casas provoca socavones en el terreno circundante, de forma que ya hay edificios con fisuras en las paredes».