Mieres del Camino,

Andrés VELASCO

Mieres vivió ayer una jornada histórica. Casi medio centenar de personas se dieron cita en el polideportivo Visiola Rollán de Mieres para asistir al sorteo que determinó el orden de acceso a los 711 pisos de protección autonómica que se van a edificar en el futuro barrio de La Mayacina. El acto estuvo presidido por el viceconsejero de Bienestar Social y Vivienda, Ángel González, y por el alcalde de Mieres, Luis María García, acompañados por representantes del resto de grupos de la Corporación municipal.

El responsable autonómico aseguró: «Con el sorteo se cumple el compromiso que adquirimos por garantizar un proceso transparente». «En Mieres se ha puesto en marcha una iniciativa absolutamente novedosa en Asturias, un registro público de demandantes de vivienda que ha evitado colas, ha disipado dudas y ha garantizado transparencia», afirmó González. El Viceconsejero recordó que este registro «ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y de las empresas privadas que, aunque podían adjudicar directamente sus viviendas a cualquier persona que cumpliera los requisitos previstos, han colaborado».

Mientras, Luis María García aseguró: «Es un gran día para Mieres, para los vecinos, para la clase política y para todos los que luchamos para que el desarrollo de Mieres se hiciera realidad». «La gran relación entre los gobiernos local y autonómico ha permitido que consiguiéramos sacar adelante este proyecto», afirmó.

Mientras los políticos hacían valoraciones, un goteo incesante de gente iba llegando al polideportivo y copando las gradas. Tras la explicación protocolaria del sorteo por parte del concejal de Urbanismo, Roberto Rodríguez, y del notario, Plácido Barrios, llegó el momento de introducir las 1.477 bolas en el bombo. Durante los casi cinco minutos que tardaron, los murmullos y comentarios en las gradas fueron la nota predominante. El público, nervioso, no veía la hora de que el notario pronunciase el número que se tomaría como referencia para ordenar la lista de demandantes.

Pasadas las doce y media de la mañana, Barrios tomaba otra vez el micrófono y anunciaba el número agraciado: el 572. Desde ese número hasta el 1.283 serán los que tengan asegurada la opción de adquirir una de las 711 viviendas. El resto de demandantes, siguiendo el mismo orden ascendente, pasará a engrosar la lista de espera, por si alguno de los demandantes falla. Como en todo sorteo, la alegría fue por barrios, y los aplausos de los afortunados se entremezclaron con las caras largas de los que no habían tenido tanta suerte y deberán esperar su turno en la lista de espera.

Eso sí, en lo que todos coincidieron fue en la «limpieza» del sorteo. Uno de los aspirantes que se quedaron fuera de los 711 primeros de la lista, Miguel Ángel Encinas, señalaba: «Me ha sentado como un jarro de agua fría, pero lo que sí que es cierto es que el sorteo ha sido totalmente legal». Encinas, que tenía el número 175 y, por lo tanto, pasará a la lista de reserva, aseguró que «el sistema del bombo y las bolas es mucho mejor porque no se pueden hacer trampas y manipular». Al igual que este vecino, otro grupo de personas que se quedaron fuera de los puestos que dan acceso a las viviendas comentaban en un pequeño corrillo «la justicia del sorteo» y se mostraban esperanzados de que ahora «haya gente que falle y podamos acceder nosotros a las viviendas».

La cara de la moneda se la llevaron los 711 vecinos que tendrán la oportunidad de negociar con las constructoras la compra de uno de los pisos. El bombo determinó que Iván Argüelles Bayón, portador del número 572, sea el primero en negociar por una de las viviendas. El joven mierense recibió la noticia por teléfono casi cuatro horas después del sorteo. «Me llamó mi hermano después de comer para decirme que me había tocado el piso y que además era el primero», aseguró Argüelles, quien actualmente sigue viviendo con sus padres. El joven confesó: «En principio no me iba a apuntar, y la verdad es que luego tampoco me lo tomé muy en serio», aunque aseguró: «Ahora la cosa es diferente, porque al ser el primero supongo que tendré preferencia a la hora de elegir el piso que quiero». Iván Argüelles afirmó que su idea es adquirir un piso de «60 o 70 metros cuadrados, de dos habitaciones», aunque «también tendré que hacer números». «Ésta es una manera de obligarme también a mirar un piso para salir de casa de mis padres», bromeó el joven afortunado.

Por otra parte, y aunque no fue la primera, Margarita Suárez, vecina de Mieres que también resultó agraciada al entrar en el corte, aseguró estar «encantada». La mujer, discapacitada, y que actualmente estaba viviendo de renta en Mieres, portaba el número 854, y aún no se creía que le hubiera tocado: «Intentaré comprar uno de dos o tres habitaciones», aseguró visiblemente emocionada.

«Muy nerviosa pero a la vez muy contenta». Ése era el estado de Raquel Menéndez después de conocer que también estaba entre los 711 primeros de la lista. «Si todo sale bien, iremos a por un piso de tres habitaciones», aseguraba la joven, que ahora vive de alquiler en la avenida de México.

«Estoy encantada, aún no me creo haber tenido la suerte de estar en el corte»

<Margarita Suárez >

Vecina de Mieres