El Gobierno ha irrumpido de forma sorpresiva en el debate de las pensiones con la propuesta de retraso obligatorio de la edad de jubilación. Es un gran error. Es una medida innecesaria y desproporcionada. Transmite una desconfianza sobre la viabilidad del sistema de pensiones que no se corresponde con los datos de superávit que éste tiene, incluso en estos años de crisis.

La situación financiera del sistema de pensiones es positiva. El mismo viene presentando excedentes en los últimos años de forma recurrente (8.000 millones de euros en el 2008, más de 8.000 millones en el 2009). El Fondo de Reserva de la Seguridad Social supera ya los 60.000 millones de euros y alcanzará, probablemente en breve, los 62.000 millones.

El número creciente de pensionistas y su, felizmente, aumento de la esperanza de vida, no suponen un problema a corto plazo, y deben ser abordados en primer lugar, mejorando los ingresos.

Cumplir el acuerdo de separación de fuentes, firmado por el Gobierno y dejar de pagar con cargo a cotizaciones, los gastos de estructura de la Seguridad Social, son medidas que CC OO ha propuesto y que suponen 7.000 millones de euros anuales de ahorro. El incremento del Salario Mínimo Interprofesional, elevaría notablemente la Base Mínima de Cotización. Acabar con el fraude en la contratación temporal, dando mayor estabilidad a los empleos es también una medida que refuerza los derechos de los trabajadores y la sostenibilidad del Sistema de Pensiones.

Hay más medidas pero las omito por espacio y porque creo que con las razones expuestas queda demostrado lo innecesario de la propuesta de subir la edad de jubilación.