Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Los cormoranes se han hecho los amos y señores del río Caudal. Tras extender sus dominios durante los últimos años a lo largo de todo el tramo que comprende el coto «sin muerte», que transcurre paralelo al casco urbano de Mieres, ahora han comenzado a tomar posiciones en las desembocaduras de afluentes como el Cuna y el Turón. La Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial sostiene que esta especie está ampliando su hábitat y, además, que la colonia ha experimentado en los últimos meses un nuevo crecimiento en el municipio. Los pescadores reprochan al Principado que no haya abordado la actuación comprometida para recortar la presencia de estos depredadores en los ríos.

Según los pescadores, en la desembocadura del río Cuna hay actualmente una colonia cercana al medio centenar de cormoranes. Los propios vecinos de la zona lo atestiguan y aseguran que «nunca se habían visto antes tantas de estas aves juntas». Según los miembros de la Asturiana de Pesca consultados por este diario, los cormoranes, al quedar esquilmado el coto de pesca sin muerte, se están adentrando en los afluentes del Caudal en busca de truchas.

La Real Asociación Asturiana de Pesca sostiene que las iniciativas que se han adoptado para intentar reducir la colonia de cormoranes que habitan en los ríos de la comarca han resultado estériles. Estas aves llevan en el punto de mira de los pescadores desde hace varios años. Su voracidad, según los aficionados, puede ilustrarse perfectamente con cifras. Calculando el número de repoblaciones que se han realizado, se estima que más de un millón de truchas han sido eliminadas por los cormoranes. Las labores de encauzamiento y limpieza permitieron que en 1996 el tramo del Caudal que discurre junto a la ciudad de Mieres estuviera repleto de truchas de buen tamaño. Ahora, este coto de pesca sin muerte apenas cuenta con truchas.