Mieres del Camino,

Antonio LORCA

Una Truchona con el traje de presa y unos grilletes que daban cuenta de que todos sus males los provocó la temida hipoteca, encabezó anoche el Antroxu de Mieres, que comenzó con puntualidad y tiempo inglés: arrancó a hora prevista, las 20:30 horas, bajó una fina lluvia y un penetrante frío. La crisis fue tema recurrente y, pese a todo, original. Un coche de época que iba conducido por un cura y una monja dio pasó a un desfile que no pudo parar el ambiente desapacible que castigó durante todo el día de ayer a Mieres y que, a pesar de ello, no restó asistencia de público.

Sin duda, la crisis fue una de las temáticas más recurrentes en el desfile. Hubo quien salió con unos pañales como único disfraz, sin miedo al frío, que lo hacía, y un cartel que rezaba: «Así me dejó la crisis: en pañales y en paro». Más crítico todavía se mostró otro de los participantes, que vestido de minero llevaba sobre la cabeza una mesa en la que bebían sidra, en buena compañía y sin preocupaciones, Rajoy y Zapatero. Para quitarse el mal trago de la crisis y de ver a la Truchona desfilando por las calles de la villa vestida de presidiaria, los grupos de charangas animaron marcando todo el tiempo el ritmo del carnaval con sus tambores. Acompañándolos no dejaron ni un momento de animar a los asistentes los integrantes del grupo de baile brasileño «Brasil Pandeiro», que trajo aires cálidos a la fría velada.

Pasa a la página siguiente