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Detrás de los bailarines llegaban los integrantes de la primera carroza, que llenó de color el desfile: «Fantasía Primaveral». Originales flores y pájaros de colores alegraron con sus movimientos todo el recorrido del desfile, que partió del Vasco-Mayacina y subió hacia el centro de la villa por la calle Manuel Llaneza para, después de hacer todo el recorrido, acabar en el Parque Jovellanos. A continuación, los disfraces de las 11 compañías participantes transportaron a los espectadores desde las tierras de unos «Cosacos Rusos» y sus calientes pieles, a una carroza que emulaba a una plaza de toros, cerrando el desfile.

Esta carroza tan castiza, que figuraba con el nombre de «Va por ustedes» no perdió ni un detalle. Además de la plaza de toros que llevaban a cuestas, vinieron los toreros con sus ajustados trajes de luces, un toro ya a media faena, los caballos para picar, las correspondientes muletas y, por supuesto, todos ellos estuvieron acompañados con el pasodoble tradicional que siempre acompaña a «la fiesta nacional».

Una vez concluido el desfile, a eso de las 21:40 horas, las cinco charangas participantes en el desfile: «O' Culo Moyáu», «Los Restallones», «Perdíos de los nervios», «Los tardones» y el propio grupo de baile «Brasil Pandeiro» , procedieron a animar con sus tambores y danzas el «Xaréu d'Antroxu», que se llevó a cabo en el Auditorio del Parque Jovellanos. A continuación, llegó el momento de la lectura, por parte de Don Carnal, del tradicional testamento y últimas voluntades de la castigada, y este año, además, pobre, Truchona del Caudal. Este acto que fue representado por el Teatro Margen. Una vez que la Truchona dio a conocer sus últimos deseos, fue quemada.