Mieres del Camino,

D. MONTAÑÉS

Los presupuestos del Ayuntamiento de Mieres correspondientes al ejercicio 2009 destinaron un total de 18.087.000 euros para cubrir los gatos de personal. Este desembolso conlleva que el Consistorio se gastó en este concepto, el pasado año, 6 millones de euros más que en 2004. El incremento de las nóminas, por lo tanto, aumentó casi un 35 por ciento en apenas un lustro.

Los últimos presupuestos aprobados por el Ayuntamiento de Mieres recogen que casi la mitad del gasto lo absorbe el personal municipal, concretamente un 47 por ciento. El paulatino incremento de esta partida se ha dejado sentir notablemente a lo largo de los últimos años. Si bien en 2005 y 2007 las subidas fueron poco significativas, rozando el 3 por ciento, en 2006 la evolución dejó un incremento del 14,2 por ciento. En 2008 y 2009 la subida porcentual superó, por su parte, el 10 por ciento en cada uno de los dos ejercicios. Este análisis, traducido en cifras reales, refleja que en 2004 la plantilla de trabajadores le costaba al Consistorio 11.9 millones, por los algo más de 18 millones asignados en 2009.

El equipo de Gobierno de Mieres aprobó el pasado año un presupuesto municipal que ascendió a casi 38 millones, de los cuales 2,3 fueron destinados a inversiones. Por servicios municipales, el principal desembolso se vinculó a la promoción de actividades culturales, el mantenimiento de infraestructuras, los deportes y las actuaciones de carácter social, a las que se asignó un gasto de más de los 3 millones. Por su parte la Empresa Municipal de Transporte recibió 2,5 millones de euros. Pero sin duda, el gasto sobre el que gira toda la planificación económica del Ayuntamiento es la plantilla municipal, que deja para el reto de obligaciones unos 20 millones de euros sobre el citado total de 38.

El encorsetamiento que padecen las cuentas del Ayuntamiento de Mieres debido al importante gasto en personal serán más evidentes aún 2010. En este sentido, el propio alcalde, Luis María García, ya ha adelantado que los próximos presupuestos municipales serán restrictivos y que el Gobierno local impondrá en el ejercicio un severo control del gasto. Así, este año, según afirma el propio regidor, no sólo no habrá dispendios, sino que las inversiones se recortarán sensiblemente con respecto a ejercicios anteriores. La caída de los ingresos debido a la crisis está dejando las arcas municipales bajo mínimos. La falta de liquidez obligará al Consistorio a poner en marcha lo que popularmente se conoce como «economía de guerra». La negociación con los sindicatos se prevé también conflictiva.