Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Hunosa ya trabaja con un calendario para la construcción y posterior puesta en marcha de la planta experimental de captura de CO2 de un megavatio que, junto a Endesa, construirá en La Pereda aprovechando parte de la infraestructura de la actual central térmica y a partir de los diseños realizados por el Instituto Nacional del Carbón (Incar). El presidente de la compañía minera, Juan Ramón García Secades, adelantó a este diario que las obras de construcción de este complejo arrancarán, «a más tardar, en julio». De esta forma, Hunosa pretende que la nueva instalación esté en funcionamiento «a principios de 2011».

Salvo imprevistos, en poco más de cuatro meses deberá iniciarse la construcción de la planta piloto de La Pereda. El objetivo de Hunosa, según explicó Juan Ramón García Secades, es que, una vez entre en funcionamiento el complejo, la multinacional tecnológica Foster Wheeler, firma adscrita también al proyecto, pueda comenzar a finales de 2011 a evaluar los resultados de los trabajos. De esta forma, Asturias sabrá con certeza en 2012 si finalmente está en condiciones de abordar la construcción de una planta de mayor potencia y similar a la que impulsa la Ciudad de la Energía de Ponferrada.

La construcción de la planta de captura de CO2 de La Pereda costará 4,1 millones de euros, aunque el presupuesto total del proyecto será finalmente de 5,8 millones. El plan impulsado por Hunosa cuenta con el respaldo de la Unión Europea. De hecho, desde Bruselas se ha establecido que «la iniciativa está en línea con el plan estratégico de la UE y se trata de un proyecto innovador y ambicioso».

Hunosa quiere ensayar la captura de CO2 a nivel industrial y no se conforma con la planta piloto impulsada junto con Endesa y el Instituto del Carbón (Incar) en La Pereda. El presidente de Hunosa afirmó que, si los resultados de esa instalación experimental de un megavatio son positivos, la compañía minera y sus socios pretenden abordar una segunda fase, en el período 2012-2015, en la que se plantearía ya la construcción de una planta de mayor capacidad, entre 20 y 30 megavatios, similar en potencia a la prevista en la Ciudad de la Energía de Ponferrada, ya aprobada por la Unión Europea. La inversión necesaria, según las primeras previsiones, oscilaría entre los 30 y los 60 millones de euros.

En la última fase, una vez superada con éxito la anterior, se plantearía, en el período 2015-2020, una planta de gran capacidad y potencia, entre 300 y 400 megavatios, con un coste entre 300 y 500 millones de euros. Esta central de captura de CO2 sería, de ser alcanzada, la culminación de todo el proyecto.

Estas dos últimas fases, con un desarrollo industrial de las plantas, deberían contar con el visto bueno de la Unión Europea en una segunda convocatoria de los centros de referencia de la UE. En la primera convocatoria España sólo cuenta con la central de Ponferrada, en León, para la que Bruselas ya ha autorizado unas ayudas de 180 millones de euros.