Llega la primavera y todas las revistas denominadas femeninas, seudofemeninas y otras edulcoradas con artículos de aire intelectual llevan en sus portadas titulares con especiales de la siguiente guisa: «Consigue tipazo con cero frustración», «Customiza tu cuerpo», «Alerta playa» y, por supuesto, el que no falta ningún año, «Operación biquini».

Todos estos titulares van dirigidos a ustedes y a mí, seres del género femenino, y parece ser, según las encuestas, influenciables hasta decir basta. Por estos titulares, tan sugerentes como antifeministas y en los que el Ministerio de Igualdad no se implica, aun sabiendo que afecta a millones de mujeres que en cuanto los leen empiezan a pensar en ponerse a dieta para entrar en un biquini imposible a todas luces.

La primavera es la época de la locura alimentaria, pocas mujeres no sucumben a dejar de comer pensando en el bañador o el biquini, y para eso están las revistas, para recordarlo. Es la época en que encuentras amigas que se marean porque llevan 15 horas sin comer, pensando lo bien que van a estar cuando vayan a la playa. Es cuando se hace el agosto en la venta de píldoras adelgazantes, de cremas antiflacidez, reductoras y un sinfín de productos, que igual que el turrón aparece en Navidad, éstos aparecen en marzo. Debe ser para solucionar lo de diciembre y el turrón.

Las campañas surten efecto y, un año y otro, nos entran por los ojos esas revistas no consideradas de corazón, pero que en el fondo son más de lo mismo. El «Vogue», «Elle», «Marie Claire» y «Harper's Bazaar» se lanzan como hienas sobre todas nosotras para ver quién vende más a costa del titular más sugerente. Yo este año me quedo con «Consigue un tipazo con cero frustración». La frase se las trae. A la frase la acompaña una foto, como no puede ser de otra forma, espectacular (va en gustos). La joven de la foto ya no es de 90-60-90, qué va. Ahora son de 75-45-75, y, claro, miras la foto y dices: «Es Photoshop». Y, ¡qué va!, no es Photoshop, es que la niña de la foto es así, los genes, la anorexia o la foto la han hecho así. Pero millones de niñas suspiran por ser así, y no lo van a conseguir por muchas dietas que hagan. Lo que genera frustración, mala alimentación, malos hábitos y, en algunos casos, graves enfermedades.

Las mujeres somos la diana perfecta para vendernos frustraciones a cambio de cuerpo. Con los hombres de momento no han empezado, aunque a mí me encantaría ver titulares que dijeran: «Cómo entrar en un bañador con barriga cervecera. Te decimos cómo?», «Especial bañador reductor sólo para ellos» o «Especial ellos. Cómo tener un culo de impacto». El día que podamos leer estos titulares estúpidos en portadas de todas las revistas, ese día, o el mundo se ha vuelto loco o algo de verdad habrá cambiado.

A todas y todos, buena suerte.