Cabañaquinta,
C. M. BASTEIRO
El Ayuntamiento de Aller estudiará la construcción de un teleférico entre Cabañaquinta y Cotobello, una propuesta lanzada desde el grupo municipal del PP. El equipo de Gobierno del PSOE se reunirá con los populares para comenzar a estudiar la viabilidad del proyecto, similar al que quiere poner en marcha el Gobierno de Morcín en Monsacro. No obstante, los socialistas advierten de mano de la «difícil» situación económica que está atravesando el municipio.
El Alcalde de Aller, Gabriel Pérez Villalta, explicó que la propuesta del PP «merece ser, cuanto menos, estudiada» y que el proyecto del teleférico es «muy atractivo», por lo que el Ayuntamiento «comprobará si es viable su puesta en marcha». No obstante, Villalta no echó las campanas al vuelo y recordó que «actualmente, no estamos en el mejor momento económico y nos será fácil encontrar la financiación». Además, también quiso dejar claro que «tenemos que sentaremos con el PP para hablar del proyecto, porque todavía tenemos pocos datos sobre la propuesta».
Por su parte, el concejal del PP, Juan Antonio del Peño, explicó ayer que el equipamiento que proponen para Cotobello se convertirá «en un referente turístico no solo en Asturias, si no también a nivel nacional». El teleférico, según el planteamiento de los populares, salvaría un desnivel de 800 metros entre Cabañaquinta y la cima de Cotobello. El remonte «permitirá admirar la belleza natural de Cotobello, el mayor recurso turístico de la zona, junto a la estación de Fuentes de Invierno». Además, apuntó que «esta actuación proyectaría a nivel nacional tanto a nuestro concejo como a la comarca de la Montaña Central». En cuanto a la financiación, los populares proponen «bien incluirlo en los fondos mineros o en los programas de desarrollo europeos».
El teleférico de Cotobello es el segundo proyecto de estas características que se plantea en la comarca del Caudal, después de que el Gobierno de Morcín planteara ubicar en el monte Monsacro un remonte para el que ya dispone de un proyecto. El remonte que se construiría en el enclave morciniego tendría un recorrido de entre 1.300 y 1.500 metros y salvaría un desnivel de 600 metros. En tiempo de viaje serían de unos quince minutos, y el coste total rondaría los ocho millones de euros.
