Pola de Lena,

C. M. BASTEIRO

Hace cincuenta años que la orden Marianista llegó al concejo de Lena. Su propósito era formar a los niños de las familias mineras y poner al alcance de todos la educación, por lo que abrieron el colegio El Pilar. Su proyecto cuajó y ahora celebran medio siglo de vinculación al concejo. Lo hacen «recordando su pasado» porque saben «que es la mejor forma de prepararse para el futuro».

El padre Justino Ortega es uno de los sacerdotes que mejor conoce la historia de El Pilar. Llegó al colegio en 1973 y se fue en 1982. En el año 2000 volvió como director y estuvo «al frente del barco» hasta 2005. Mientras repasa fotos de la escuela, este religioso recuerda a Ángel Chomón y Francisco Armentia, los dos impulsores del centro. «Querían hacer una escuela para los niños de los mineros», señala. Armentia tenía relación con una familia de orfebres de Lena, los Granda. «Ellos propusieron este lugar e, incluso, cedieron unos terrenos», añade el padre Justino.

La llegada de los Marianistas a Lena fue un «shock» para los vecinos. «No entendían quién eran esos señores que llevaban traje negro, con corbata, y camisa blanca», explica Ortega risueño. Y es que, la principal novedad del colegio El Pilar, frente a otros colegios religiosos como La Salle de Turón, era que «los docentes eran religiosos, algunos sacerdotes y otros no. La gente tardó en comprender a la hermandad».

El Colegio El Pilar se fusionó en 2005 con el centro Sagrada Familia, por lo que ahora su nombre completo es Colegio Sagrada Familia-El Pilar. A lo largo de los años, el colegio atravesó momentos críticos pero, «con tesón, fe y esfuerzo», consiguió salir adelante. Uno de esos puntos en los que «tuvimos que tomar una decisión vital» fue la aceptación de las niñas en el colegio, para convertirlo en un centro mixto. Primero se unió a alumnos de ambos sexos en Bachillerato y, en los ochenta, se extendió a todos los cursos. «Queríamos salvar la presencia religiosa en la enseñanza del concejo, así que decidimos dar el paso adelante», explica el Padre Justino.

Actualmente, el Colegio Sagrada Familia-El Pilar cuenta con 657 alumnos, pero llegó a tener, antes de su fusión, 900 estudiantes. Enrique Baquero, el actual director de Educación Infantil y Primaria, fue alumno y luego maestro. Ahora está a punto de prejubilarse y no puede evitar la emoción cuando recuerda que «sólo me separé del colegio durante los años en los que me dediqué a la política y cuando estudió Magisterio». Baquero fue el primer regidor de la democracia por el PSOE y estuvo al frente del concejo ocho años.

Después de terminar su mandato, volvió al colegio El Pilar. En 2005 tomó el relevo del Padre Justino como director. De su estancia en el centro como estudiante guarda «un gran recuerdo y un montón de amigos de aquí y de fuera». Baquero señala que «hasta principios de los 90 el colegio funcionó también como internado». El director encuentra «recuerdos en cada esquina» y dice que le costará mucho «despedirme de El Pilar». Baquero alaba sobre todo «la importancia que se da en este centro educativo a los valores. La educación aquí va más allá de lo que se estudia en los libros, también comprende el respeto y la importancia que tienen el resto de opiniones». El mensaje educativo de los Marianistas llega a 39 países. Poca gente sabe que cuentan con tres prestigiosas universidades en Estados Unidos: la de Dayton (Ohio), la de San Antonio de Texas y la de Honolulu en Hawai. Ahora están a punto de llevarse la medalla de oro del concejo de Lena. Medio siglo de educación bien merece un premio.