Villanueva (león),

David MONTAÑÉS

Los vecinos de la localidad leonesa de Villanueva de la Tercia, un pequeño pueblo muy próximo al alto de Pajares, están hastiados del trato que les dispensa el Ayuntamiento de Villamanín, al que pertenecen, y han amenazado con separarse del municipio. Los portavoces de la pedanía, medio en broma, medio en serio, afirman incluso que están dispuestos a asumir la «nacionalidad» asturiana, pasando a formar parte del concejo de Lena: «Si el Alcalde está interesado, que nos convoque y buscaremos juntos una fórmula», señala Ana Gutiérrez, portavoz de los vecinos.

Villanueva de la Tercia es una localidad que se encuentra entre Villamanín y Pajares. Pertenece al municipio leones y es un pueblo conocido por miles de asturianos, ya que la carretera nacional (N-630) que vertebra el puerto transita justo por el medio de la población, donde residen algo menos de cincuenta familias. De esta forma, todos los usuarios de la estación de esquí de Valgrande y los numerosos veraneantes asturianos de la zona están acostumbrados a transitar por el pueblo.

La Junta vecinal de Villanueva de la Tercia está muy molesta con el alcalde de Villamanín, el popular Óscar Gutiérrez. El cabreo ha llegado hasta tal punto que el pueblo se ha declarado casi en rebeldía. Son conscientes de que segregarse es una aspiración imposible, pero plantean esta posibilidad convencidos de que es la mejor solución para la localidad: «El Alcalde no atiende ninguna de nuestra peticiones y nos tiene abandonados», señala Ana Gutiérrrez. Los vecinos, tras romperse la vieja red de aguas, se han visto obligados a pagar a escote el arreglo, con un gasto conjunto de 45.000 euros, unos mil euros por familia. La gota que ha colmado el vaso guarda relación con la iluminación navideña. La propia junta, cansada de las negativas del Ayuntamiento, compró en un centro comercial unos modestos adornos luminosos y los colgó en la calle del pueblo, conectándolos a casas particulares para no hacer gasto. «El Alcalde mandó a un par de operarios para que procedieran a desconectar los adornos, ya que dice que no tenemos permiso y puede resulta peligroso», añadió.

Los vecinos de esta parroquia quieren un cambio de aires. Están dispuestos a pasar a formar parte de Pola de Gordón o incluso incorporarse a Lena: «El Ayuntamiento de Gordón ha atendido en varias ocasiones nuestra reclamaciones, algo que no hace nuestros alcalde». Lena también ofrece una alternativa ilusionante: «Muchos vecinos residen en Asturias y estaríamos encantados si nos quieren acoger», señala desesperada Ana Gutiérrez. La frontera del Pajares se difumina.