Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Entregar un premio, cuando es realmente merecido, llena más de satisfacción a quienes lo otorgan que a los propios gratificados. Los «Mierenses del año» llevan casi 40 años, concretamente 38, reconociendo la labor de aquellos vecinos del concejo que destacan en su labor desinteresada en favor de la comunidad. Con el paso del tiempo, estos galardones se han convertido por sí mismos en merecedores de elogios, ya que a lo largo de su dilatada trayectoria han rastreado cada rincón del concejo en busca de personas que, en silencio, ayudan a desconocidos a superar sus enfermedades, a combatir la soledad, a alimentarse o, simplemente, a divertirse. Ayer les tocó el turno a la Comunidad de los Padres Pasionistas, a Marisa Aguínaco y a David Ferreduela, el joven gitano que fue asesinado el pasado verano en Ujo. En el transcurso de una gala, celebrada en el centro social de Cajastur, los premiados de este año recogieron sus distinciones. Más de 300 mierenses les mostraron su respeto con una sentida ovación.

Los tres nuevos «Mierenses del año» recibieron ayer emocionados sus galardones. La trágica ausencia de David Ferreduela, al que el jurado reconoció su labor al frente de la Asociación Progreso Gitano, fue cubierta por su hermano Ismael Ferreduela. Marisa Aguínaco ejerció de portavoz de los tres premiados: «Es grato saber que a todos nos une ser de Mieres y que hemos aportado nuestro granito de arena para hacer de este concejo un lugar mejor donde vivir», señaló la impulsora de «Cocina Económica» .

El acto contó con la presencia de la presienta de la Junta del Principado, María José Ramos, y de la Consejera de Cultura, Mercedes Álvarez. Esta última destacó que «la singularidad de estos premios es que los otorga el pueblo, que distingue a un grupo de vecinos por su labor solidaria, una virtud que siempre acompañó a los mierenses a lo largo de la historia». También intervino el alcalde del concejo, Luis María García, que además de elogiar a los premiados, tuvo palabras de reconocimiento para la asociación «Mierense del año»: «Un pueblo que reconoce el trabajo solidario es un pueblo que progresa». El regidor defendió la necesidad de proteger iniciativas de este tipo: «En ocasiones, a la sociedad le cuesta reconocer el trabajo desinteresado, por eso estos premios son tan importantes».

Además de las distinciones que dan nombre a los premios creados hace ya casi cuatro décadas por Laudelino Rodríguez García, también recibieron distinciones Foto Alonso, que recogió la medalla de la asociación, Grupo Castro (mérito empresarial) y Ángel Eladio González (placa de honor).