Oviedo. E. P. / J. V.

El consejero de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias, Ramón Quirós, señaló ayer que recibirá a Andrea Muñiz, la mierense que le solicitó esta semana una reunión para pedirle explicaciones por una supuesta negativa que recibió por parte de la jefatura del Servicio de Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios para acceder a las técnicas de reproducción asistida a través de la sanidad pública asturiana. La joven denuncio que no le recetaban medicamentos para un tratamiento de fertilidad por ser lesbiana.

«Le he contestado que voy a hacer un hueco en la agenda y le voy a escuchar», señaló Quirós. Además, ha dado orden de que se reúna toda la información relativa a su caso. No obstante, Quirós ha comentado que las prestaciones sanitarias en España vienen reguladas por una ley que dice qué es lo que cubre un seguro y qué es lo que no cubre. «Lo que puedo asegurar es que, en Asturias, el sistema público sanitario no pregunta a la gente por sus creencias religiosas, ni por sus idearios políticos, y mucho menos por su orientación sexual», insistió Quirós, que ha dicho que las prestaciones sanitarias son iguales para todos.

Andrea Muñiz decidió junto a su mujer iniciar un tratamiento de fertilidad para tener un hijo mediante inseminación artificial. Tras obtener una primera receta para el tratamiento, el inspector de prestaciones de Mieres les negó la segunda, y tampoco encontraron respuesta en la dirección de Salud Pública, donde le dijeron que el tratamiento estaba denegado porque no había constancia de esterilidad en el hombre, una «incongruencia» ya que Andrea está casada con una mujer.