Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El parque natural de las Ubiñas y La Mesa sigue sin un plan rector de uso y gestión (PRUG) cinco años después de que fuera declarado espacio protegido. Salvo contratiempos, el documento será aprobado definitivamente antes del verano. La dirección del parque tiene previsto trasladar el plan al Principado a principios de mayo para que, a continuación, reciba el visto bueno del Consejo de Gobierno. De esta forma, y siempre que no se produzcan nuevos retrasos, se pondrá fin a una tramitación que, en su última fase, se ha prolongado por espacio de más de dos años.

El borrador del plan rector de uso y gestión del parque de las Ubiñas se presentó en febrero de 2008, abriéndose el plazo para la presentación de alegaciones. Tras dar respuesta a las reclamaciones planteadas por vecinos, asociaciones ecologistas y la Federación de Montaña del Principado, entre otros, el documento tuvo que modificarse al ser necesario actualizar la memoria económica del mismo, ya que con el paso del año se había quedado desfasada.

Si finalmente el Principado, como parece, da luz verde al PRUG a lo largo de las próximas semanas, la dirección del parque dispondrá finalmente de una herramienta esencial para gestionar un enclave natural que se extiende por los concejos de Lena, Teverga y Quirós. El documento plasma los objetivos de conservación, zonifica el territorio según sus usos y valor ambiental y regula las actividades agrarias, forestales, de caza y pesca, turísticas e industriales, así como las infraestructuras, los equipamientos, el uso público y las actividades de educación e investigación. El PRUG está acompañado por el Plan de desarrollo Sostenible (PDS), en el que se recogen las acciones para relanzar la economía de la zona sin menoscabo de los valores ambientales. No obstante, el retraso en la aprobación de este documento no ha impedido que se pongan en marcha iniciativas como la apertura del centro de recepción de visitantes del parque en Tuiza, un equipamiento que abrió sus puertas a principios de 2010, casi un lustro después de su construcción.

El plan rector de uso y gestión de Las Ubiñas finalmente permitirá a los montañeros acceder sin restricciones, como siempre han hecho, a este macizo calizo. El borrador del PRUG planteaba inicialmente limitaciones de paso para intensificar la protección de zonas concretas del parque. No obstante, las alegaciones presentadas por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (Fempa) han sido atendidas y los aficionados dispondrán de plena libertad para adentrarse en los montes que se encuentran dentro de la zona protegida. Una buena noticia sin duda para los montañeros, pero sólo para los más avezados y mejor conocedores de este gran macizo calizo que emerge, sobradamente, por encima de los 2.000 metros de altitud. Los demás deberán echar mano de brújulas, mapas o de compañeros más expertos, ya que la red de rutas senderistas previstas en la zona están sin señalizar y así permanecerán de momento ante la falta de presupuesto según han señalado desde la Federación de Montaña.

El parque de las Ubiñas tiene una extensión de 326.3 kilómetros cuadrados, siendo ligeramente más pequeño que el parque Redes (376 kilómetros cuadrados), el otro parque natural de las Cuencas. El objetivo del Principado es convertir este enclave en un refugio para especies protegidas, como el oso y el urogallo. Por lo que se refiere a la flora, el parque destaca por la gran abundancia de hayedos -con más de 5.000 hectáreas- y bosques de roble-abedul, que ocupan 574 hectáreas. También hay una notable presencia de tejo, especie declarada como de interés especial en el catálogo de flora amenazada.