La noticia sensacionalista: el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le dio al Gobierno de Cataluña dos meses de plazo para que sitúe al castellano como lengua vehicular en las escuelas junto al catalán. La noticia real: las pruebas de lengua castellana realizadas en toda España en 2010 entre alumnos de secundaria dieron como resultado que en comunidades como la catalana los alumnos obtenían mejores notas en castellano que otros de otra comunidades donde sólo se habla castellano. De hecho los alumnos catalanes sacaron mejores notas en castellano que los de Andalucía, los Castilla y León y los de Madrid. Sólo fueron superados los catalanes por alumnos de otras comunidades bilingües, como Galicia o el País Vasco. La mejor nota de todos en castellano la sacaron los alumnos asturianos.

Una de las razones: cada vez más alumnos de primaria y secundaria estudia asturianu y, los alumnos que tienen la suerte de estudiar asturianu, tienen la ventaja sobre los que sólo estudian castellano que acaban sabiendo cuando hablan correctamente en castellano y cuando lo están haciendo en asturianu. Los pobres que sólo estudian castellano acaban hablando mal, como hablaron siempre los que quisieron ir de finos hablando castellano, diciendo en castellano cosas como arbejos, en vez de guisantes, picar, en vez de llamar a la puerta, prestar, en vez de gustar, o no sabiendo distinguir el complemento directo del indirecto, algo que para la vida cotidiana y para el futuro desarrollo del alumno como persona no tiene ninguna importancia, pero para los profesores de lengua castellana, que al final son los que te examinan de lengua castellana, tiene más importancia que leerse Trafalgar, La Regenta o Tiempo de silencio (novelas que no se ha leído ninguno de los alumnos que terminaron el bachiller estos últimos años y que yo conozca y me tocó conocer a muchos).

Hace cuatro años, por la calle central de Praga, paramos delante del tablón de anuncios del Instituto Cervantes. Decía: «Se dan clases de castellano y de catalán». De castellano indicaba una clase. De catalán, tres. Al año siguiente, en Tánger. En un Instituto Español. También se daban clases. De castellano volvía a indicar una clase. De catalán, cuatro. No se trata de ninguna broma. Si eres checo o marroquí lo que quieres es encontrar trabajo. Para encontrarlo hay que ir a un lugar donde lo haya. De todo España, donde más se encuentra trabajo es en Cataluña. Y para encontrar trabajo la mejor forma es conocer la lengua del sitio al que vas. Y en Cataluña esa lengua es el catalán. El castellano también (se ve por las notas que sacan los niños en esta asignatura). Como el inglés, que es la lengua de todos. En la que también, qué casualidad, sacan mejores notas los alumnos catalanes que los de Castilla o Andalucía.