Los padres de un niño de nueve años que cursa estudios de cuarto de Primaria en el Colegio Público de La Foz , en Morcín, han denunciado ante la dirección del centro y la consejería de Educación un presunto caso de acoso y maltrato escolar, lo que popularmente se conoce por el término inglés «bullying». La madre del pequeño afirma que su hijo lleva tiempo soportando insultos, vejaciones y agresiones físicas de un compañero de clase, llegando incluso en alguna ocasión a necesitar atención médica. Esta situación la padece el pequeño desde hace dos años, aunque no ha sido hasta ahora cuando, por consejo de la Asociación Contra el Maltrato Escolar de Asturias, los padres han tramitado sus quejas de forma oficial y por escrito, e incluso han presentado una denuncia ante la Guardia Civil.

La presidenta de la citada asociación, Encarna García, calificó de «muy grave» el caso surgido en La Foz y subrayó que, hace unos días, solicitaron una reunión con la Consejería de Educación para exponerle la situación que, según sostiene, fue puesta en conocimiento de la dirección del centro hace más de un año, «sin que tomasen ningún tipo de medida». «Los responsables del centro, junto a los inspectores, han incurrido en una evidente dejación de funciones, lo que ha convertido este caso en un problema crónico», matizó la presidente de la entidad.

Los padres del niño, que prefieren mantenerse en el anonimato, se han visto tan desesperados que incluso han tramitado una denuncia ante la Guardia Civil. El instituto armado ha abierto diligencias por un presunto delito contra la integridad moral y ha informado además a la Fiscalía de Menores. Los agentes han llegado incluso a personarse en el centro educativo morciniego para recabar información. Según señaló ayer la madre del pequeño, éste tuvo que ser atendido en el consultorio médico local en dos ocasiones debido a las contusiones producidas por los golpes. La familia prefiere no entrar en detalles, pero no oculta que su hijo «lo está pasando muy mal y se niega a acudir a clase, pese a que siempre le ha gustado mucho estudiar».

La dirección del Colegio de La Foz reconoció ayer estar al tanto del caso, pero declinó hacer ningún tipo de valoraciones para «proteger a los menores». Por su parte, la madre denunciante, aunque asegura estar viviendo un «infierno», se mostró extremadamente prudente: «Mi hijo necesita ayuda, pero su compañero también, ya que es sólo un niño». Sobre la actitud del centro, afirmó simplemente «estar decepcionada porque no han sabido reaccionar».

La familia del menor sostiene que en los últimos meses el niño ha sufrido un drástico cambio en su conducta. Al principio no entendía qué estaba sucediendo: «No quería contarnos nada, pero cuando comenzó a volver del cole con hematomas empezamos a sospechar», indicó la madre. Los padres no quieren que nadie salga perjudicado, ni la otra familia implicada ni el centro, pero reclaman ayuda y la solución del caso.

«El centro y los inspectores han incurrido en una dejación de funciones»

Encarna GarcíaAsociación Maltrato Escolar