Cabañaquinta,

C. M. BASTEIRO

El puesto de la Guardia Civil del alto Aller volverá en breve al viejo cuartel de Cabañaquinta, desocupado en la década de los ochenta por el mal estado que presentaba y que ahora ha sido rehabilitado. La corporación allerana dio luz verde ayer, durante la sesión plenaria, a la cesión del inmueble al Instituto Armado.

La nueva sede se trata de un edificio anexo a los antiguos juzgados, que ahora se han convertido en centro Cultural para la zona alta del concejo. Durante los últimos treinta años, después de desalojar el cuartel de Cabañaquinta, el puesto de la Guardia Civil ha estado asentado en las antiguas escuelas de Serrapio.

Con su traslado, la Guardia Civil «se acercará a la población, mejorando su capacidad de actuación», según señaló ayer el vicealcalde del concejo, Francisco Velasco. Además, añadió que las actuales dependencias de Serrapio se encuentran en un edificio «que es muy antiguo». La recuperación del cuartel se hizo en distintas fases, a través de talleres de empleo y escuelas taller, y se culminó con una partida de 200.000 euros, con cargo al Principado y las arcas municipales, que sirvió para terminar los trabajos de albañilería, fontanería y carpintería.

Por otra parte, la oposición sacó ayer adelante, con el voto en contra del equipo de Gobierno del PSOE, la creación de una ordenanza para permitir el aparcamiento de autocaravanas y el acondicionamiento de zonas para este fin. El alcalde de Aller, David Moreno Bobela, señaló que «en Aller apostamos por un turismo rural y de calidad y pensamos que esta actuación no encaja con nuestro proyecto». En cambio, el concejal del PP Juan Antonio del Peño defendió esta medida como «una alternativa a los hoteles que podrá impulsar el turismo en el municipio».

La corporación municipal también acordó, por unanimidad, reclamar a Feve por escrito el cambio de los trenes que realizan la línea Collanzo-Baíña. La propuesta llegó con una moción presentada por IU, PP y Foro Asturias y recibió el respaldo del equipo de Gobierno socialista. Actualmente, hay convoyes que cubren esta línea que incluyen vagones que fueron fabricados en la década de los años 50 del pasado siglo y que han sido desechados en Cataluña.