Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El sindicato de la Policía Local Sipla defiende que la zona azul gratuita en Mieres es una medida que está «agotada» . Los dirigentes de la central, de esta forma, reclaman al Ayuntamiento que bien aborde la aplicación de un sistema de cobro o, por el contrario, libere los estacionamientos que actualmente tiene restringidos en el casco urbano a un máximo de dos horas de tiempo de estacionamiento.

El máximo responsable del Sipla en Mieres, Carlos Cabal, señaló a este diario que prologar por más tiempo el sistema actual «no tiene sentido». La central también hizo referencia al informe municipal que determina que la implantación de la zona azul de pago sería una medida económicamente. Según el citado estudio, los gastos que generaría el mantenimiento de toda la estructura ascendería a 481.392 euros anuales. Por su parte, los ingresos previstos no superarían la cifra de 477.225 euros, lo que se traduce en un saldo negativo de algo más de 4.000 euros. «Más deficitario es el actual sistema, ya que los gastos son los mismos y, además, no hay ingresos», matizó Cabal, que, no obstante, no está de acuerdo con los contenidos del estudio: «Hay valoraciones, sobre todo en materia de personal, que resultan cuando menos subjetivas».

El Sipla defiende que, en caso de que el Ayuntamiento de Mieres finalmente decida implantar la zona azul de pago, «lo más lógico sería dejar la gestión en manos de una empresa externa». Además, consideran que este sistema será más justo que el actual: «Ahora la zona azul la pagan todos los mierenses con sus impuestos y, con el cobro, la pagarían solamente quienes la utilizan». Según los datos que maneja el sindicato, sólo en papel el Ayuntamiento está pagando 1.200 euros mensuales actualmente para dar cobertura a la retirada de billetes.

El sindicato de la Policía Local quiso dejar claro ayer que no tienen ningún tipo de interés en forzar la entrada en vigor de la zona azul de pago: «Lo único que decimos es que el actual sistema de control gratuito no funciona y que hay que eliminarlo», explica Carlos Cabal. De todas formas, no es la primera vez que el Sipla muestra sus discrepancias con el método elegido por el Ayuntamiento para favorecer la rotación de los aparcamientos en el casco urbano. En 2009 la central advirtió de que este mecanismo había dejado al descubierto las limitaciones de la plantilla para asumir la carga de trabajo que soporta el servicio.

En la actualidad la implantación de la zona azul de pago parece vinculada a la construcción del parking de la Mayacina, un proyecto que parece haber encontrarse en un limbo administrativo.