Cabañaquinta,

C. M. B. / L. C.

El Ayuntamiento de Aller acaba de emprender un plan para terminar con las viviendas en situación ruinosa del concejo. La oficina técnica municipal está elaborando un informe sobre el estado de las casas en todas las localidades del municipio y, por el momento, ya proyecta la demolición de treinta inmuebles. La actuación arrancó hace unos días con el derribo de un edificio en la calle Doctor Castañón de Cabañaquinta.

El alcalde del concejo, David Moreno Bobela, explicó que «con la memoria técnica pretendemos incoar de forma progresiva todos los expedientes de ruina». El protocolo que sigue el Ayuntamiento pasa por «localizar a los propietarios de los inmuebles y otorgarles un plazo para su demolición en el período voluntario».

Una vez expirado este período, el Consistorio «previa autorización judicial, estaría en condiciones de proceder a la demolición subsidiaria y a la liquidación a los propietarios de los costes derivados de dicha demolición». Moreno Bobela añadió que el procedimiento «será farragoso y administrativamente complejo, pero desde el Gobierno local nos hemos propuesto erradicar un problema de salubridad y seguridad ciudadana».

El primer paso del plan contra las viviendas en ruina se dio hace unos días en Cabañaquinta. El Ayuntamiento procedió a la demolición de un inmueble en la calle Doctor Castañón que llevaba años siendo una fuente de polémica entre Ayuntamiento y vecinos. «Había muchas quejas y el edificio era un peligro por sus constantes desprendimientos», añadió el regidor.

Ahora la atención del Ayuntamiento está puesta en las localidades de Caborana y Santibáñez de Murias. Se trata de dos pueblos que «son de las más castigadas del municipio por la presencia de viviendas en ruinas». También se estudia el estado de algunos edificios en Moreda, la principal localidad en la parte baja del concejo.

Los objetivos del plan, según Moreno, son «de una parte, erradicar las construcciones ruinosas que proliferan en el municipio, velando de esta forma por el cumplimiento del deber de ornato público de los propietarios y, a la vez, la supresión de peligros para los vecinos».