La Foz (Morcín), D. M.

La crisis económica está estrangulando las finanzas de los ayuntamientos y obligando a los gestores municipales a tomar medidas en apariencia poco populares, pero indispensables para evitar la quiebra. El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, ha firmado un decreto por el que suspende el pago de subvenciones y las colaboraciones con actividades culturales y festivas. La medida no hace excepciones y, entre otras consecuencias, el concejo se quedará sin la popular feria ganadera del mes de mayo y sin el festival del «gochu» astur-celta.

Los responsables municipales sostienen que la supresión de las subvenciones y ayudas permitirá al Consistorio ahorrarse más de 100.000 euros este año. Jesús Álvarez Barbao considera que no han tenido otra alternativa y matiza que de no haber tomado esta decisión hubieran incurrido en una grave irresponsabilidad. «No puedo tener meses esperando a un pequeño empresario o a un autónomo para que puedan cobrar y, al mismo tiempo, estar patrocinando celebraciones», señaló el regidor socialistas, que fue muy claro en este punto: «Si no hay dinero para cumplir con las deudas, tampoco lo puede haber para ir de fiestas». Según los datos que maneja el propio Gobierno local, el Ayuntamiento tiene actualmente pendiente de pago más de 500.000 euros en facturas atrasadas. «No me gusta quejarme, ya que estamos aquí para trabajar y generar ilusiones, pero tampoco se puede negar que la situación es muy delicada». Buena parte de las apreturas que sufre el Ayuntamiento morciniego son derivadas del retraso del cobro de fondos mineros asignados a obras ya ejecutadas. «Adelantamos 456.000 euros para la reforma del campo de fútbol, dinero que aún no hemos cobrado», lamentó Álvarez Barbao. Además, también están pendientes de pago 255.000 euros de un litigio perdido con la constructora del nuevo nudo de conexión de Santa Eulalia, dinero que en su momento fue aprobado en la mesa de la minería. «Con estas aportaciones pagaríamos todo lo que debemos y aún nos sobraría dinero», señaló.