Oviedo, J. CUARTAS

La compañía Starglass Astur, fabricante de vidrios para automoción en su factoría de Sovilla (Mieres), abonó ayer íntegramente la nómina de enero a sus 200 empleados, aseguró su director general, Ramón Marcet, quien rechazó los argumentos utilizados por los sindicatos para convocar un proceso de huelgas en la empresa. Marcet negó que haya «mala gestión» en una empresa que en plena crisis acaba de ampliar producción y empleo y de reducir su deuda en un 40%.

Marcet asegura que la empresa remunera a sus trabajadores por encima del convenio del sector, pero anticipa que no podrá acceder a la reclamación sindical para mantener determinados pluses, que es una de las causas aducidas para convocar la protesta. El pago de la nómina de enero se retrasó tres días, hasta ayer, por «problemas de tesorería debido a demoras en el cobro de algunos clientes», sostuvo. «Comunicamos a la plantilla que pagaríamos el 50% el próximo lunes y el otro 50% el día 13 como muy tarde, pero ayer mismo hicimos efectivo el 100% porque logramos solventar los problemas», afirmó Marcet.

El director general de la compañía que preside José María Villanueva desmintió los argumentos esgrimidos por la plantilla para convocar los paros. Marcet rechazó las críticas a la gestión empresarial durante estos últimos ejercicios, que «ha desembocado», dijo, «en un incremento de cartera de clientes y por consiguiente de volumen de producción en un entorno muy complejo que azota especialmente al sector de la automoción». «Hemos sabido marcar un sello propio basado en la calidad y eficacia», gracias a lo cual, dijo, «se han producido alianzas con clientes de primer orden que garanticen el futuro y crecimiento sostenible de la compañía». La empresa también negó que haya ocultado información al comité y aseguró que le ha trasladado más información de la que es obligatoria. Starglass negó igualmente que haya desobedecido e incumplido sentencias judiciales y sobre las reclamaciones económicas sostuvo que Starglass Astur tiene «condiciones salariales muy superiores a las del convenio de su sector. «Los sindicatos quieren preservar unos privilegios que existieron en 2011 (plus por trabajo en fin de semana y festivos) pero que ahora ya no podemos mantener porque le supondría a la empresa un coste adicional de 800.000 euros al año», explicó. «Según el convenio del sector, por fin de semana se paga un plus de 9,41 euros. Nosotros estábamos pagando hasta ahora 140 euros por fin de semana trabajado. Es imposible mantener esta diferencia. De mantenerlo, no podríamos afrontar por costes los nuevos pedidos. La viabilidad de la empresa exige volumen de producción y costes razonables», argumentó Marcet.