Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El Ayuntamiento de Mieres ha recurrido la autorización dictada por el Gobierno central, hace poco más de un mes, para el desarrollo de una central de ciclo combinado en La Pereda. Los gestores municipales presentaron ayer en el registro de la Delegación del Gobierno un documento solicitando la anulación de la licencia con dos argumentos: el enérgico rechazo social que el proyecto ha generado en el municipio y el impacto ambiental que la instalación tendría en toda la zona central de Asturias. Además, la Administración local sostiene que la actuación responde únicamente a «intereses empresariales» y que no tiene ningún tipo de «utilidad pública».

El Gobierno central decidió hace poco más de un mes abrir las puertas a la instalación en Mieres de una central de ciclo combinado de algo más de 400 megavatios de potencia. Esta decisión puso el semáforo en verde, pero de momento la travesía está desierta. La iniciativa iba a desarrollarla en un principio la empresa estatal Hunosa junto con la compañía eléctrica Endesa, que finalmente la excluyó de su plan estratégico para los próximos años. De hecho, el presidente de Hunosa, Juan Ramón García Secades, tras declarar que el proyecto podría abrirse a nuevos socios, ha reconocido que será muy difícil impulsar la actuación en un plazo de «dos o tres años».

El gobierno de Mieres, por su parte, no confía en que el proyecto se desvanezca por sí mismo y ha dado un paso al frente recurriendo la decisión de la Administración central. El Ayuntamiento ha remitido a la secretaría de estado de Energía una resolución en la que pide la anulación de la licencia. Los responsables municipales advierten a Industria de que en el municipio hay unos niveles «preocupantes» de contaminación. En este sentido, el texto firmado por el portavoz del gobierno mierense, Manuel Ángel Álvarez, subraya que la «concentración» de centrales térmicas que hay en el centro de Asturias es «posiblemente una de las mayores de Europa». «Con los proyectos de ciclo combinado de Soto de Ribera y de La Pereda la contaminación de NO2 en la estación de medición de Pura Tomás (Oviedo) aumentaría un 25 por ciento». El Consistorio sostiene además que en el supuesto de que la nueva central de La Pereda funcionara con gasoleo, el equipamiento consumiría en 24 horas el equivalente al consumo que harían 240.000 coches «circulando por el centro de la región durante una hora». Los responsables municipales advierten de que se esta comparativa se apoyo en los datos del propio estudio de impacto ambiental del proyecto: «Las emisiones de gases contaminantes serían muy elevadas».

Los dirigentes municipales de IU también alegan que la demanda eléctrica actual no hace necesaria la construcción de una central de ciclo combinado en el concejo: «En un radio de 400 kilómetros no existen necesidades de energía sin cubrir».

Bajo estas valoraciones, el Ayuntamiento reclama al Ministerio de Industria que «rechace» el proyecto y deje sin efecto la autorización concedida hace poco más de un mes. El anterior gobierno local del PSOE nunca se mostró contrario a la ejecución del proyecto, aunque el resto de fuerzas con representación en la Corporación hicieron frente común obligando a la administración a emitir informes negativos. El Principado, por su parte, ha respaldado la iniciativa.