Santa Eulalia, Andrés VELASCO

La complicada coyuntura económica está dejando en el aire numerosos proyectos en las comarcas mineras por falta de financiación. Y es que el tijeretazo que el Gobierno de Rajoy le ha pegado a los fondos mineros conforma un grave obstáculo para que los concejos pequeños puedan sacar adelante iniciativas que tenían consignadas importantes cantidades para su desarrollo. Este es el caso, entre otros, del museo de la Lechería de La Foz de Morcín, que tras años y años de retrasos, había conseguido una partida de fondos mineros de casi 700.000 euros para su equipamiento. Ahora, con ese dinero en el limbo, el alcalde, Jesús Álvarez Barbao, ya había anunciado su intención de buscar los fondos en las empresas privadas, y el primer paso es una reunión que tratará de impulsar entre la Consejería de Cultura, los representantes de las empresas del sector lácteo y el propio Ayuntamiento para explorar las diversas posibilidades.

«Es necesario que este museo se ponga ya en marcha y lo dotemos de contenido, porque no podemos tener paradas más las instalaciones», reconoció el Alcalde de Morcín, quién agregó que «para conseguirlo es necesario que todos los estamentos nos impliquemos y por ello lo mejor es una reunión en la Consejería con las empresas interesadas para ver cuántos fondos podemos obtener y cómo los vamos a emplear».

Álvarez Barbao da prioridad por encima de todo la puesta en marcha del complejo, aunque no sea en su máximo esplendor o con los planes y proyectos que en un principio se planteaban. «Lo importante es que aunque no podamos abrir al cien por cien al principio, sí podamos ofrecer ya los primeros contenidos apoyados por las empresas», confesó el regidor morciniego. «Si al principio abrimos al 30 por ciento las instalaciones ya habrá tiempo para crecer, pero lo más importante ahora es que tenemos que cerrar ya el expediente del museo», indicó Barbao.

No es este el primer paso que da Álvarez Barbao en su empeño por poner en marcha el museo durante este año. Así, hace unos meses, el regidor de Morcín ya se puso en contacto con Cajastur para conocer la disposición de la entidad bancaria para financiar un plan director que sirva de plataforma para que las empresas lácteas puedan sumarse al proyecto. En un principio, estaba previsto que un patronato fuera el encargado de gestionar el museo de la Lechería, pero la intención que ahora se maneja para facilitar la incorporación de la iniciativa privada al proyecto en la de que sea una fundación el organismo gestor. «De esta forma las empresas podrían contar con desgravaciones fiscales y otro tipo de ventajas», aseguró Barbao.