Nuevamente nuestros autobuses municipales son noticia. Por una parte por la propuesta del PP mierense que apunta hacia la privatización total o parcial de Emutsa, y por otro lado, con motivo de la subida de veinte céntimos en el billete anunciada por nuestros regidores locales, así como por la propuesta de extensión de las líneas que ha hecho el Alcalde recientemente.

Parece que saltemos de la sartén al fuego y que constantemente haya que justificar la existencia misma de lo público en cuanto que los defensores del neoliberalismo a ultranza dan en asociar dicho concepto con el de rémora o lastre para la colectividad.

En principio, me parece lógico partir de un posicionamiento ideológico: la defensa de los servicios públicos. Es decir, la necesidad de que los mierenses dispongamos de transporte público, de calidad aceptable y a precio razonable. Ello conllevará sin duda un coste económico para la administración -que somos todos- y nos lleva al eterno dilema consistente en si es lícito mantener un servicio que no genere beneficios o que incluso genere abultadas pérdidas. Pues bien, estimados lectores, algunos pensamos que sí. Que hay servicios tan necesarios en nuestra sociedad cuya prestación no debe estar vinculada a su rentabilidad.

Dicho esto, ello no tiene por qué estar reñido con aplicar las mayores dosis de imaginación posibles para aliviar ese posible déficit y optimizar los recursos públicos que se destinen a tal fin, en este caso concreto a Emutsa. Parece obvio que la mejor defensa de lo público pasa por hacerlo funcionar de forma eficaz, por poner en valor el «saber hacer» de la plantilla, su experiencia y compromiso y por aplicar medidas racionales en la gestión del dinero -que es de todos- con idéntico esmero al que el político o gestor pondrían si se tratara de dinero de su propio bolsillo. En este sentido, buscando alternativas, tal vez fuera adecuado plantear que Emutsa pudiera extender sus servicios a otros concejos limítrofes, como Morcín, Riosa, Aller, Lena , etc?

Parece aconsejable profundizar un poco más en el tema y aportar elementos para que cada uno elabore su opinión. Me basaré en tres puntos concretos:

l En un momento de crisis y con una realidad presupuestaria restrictiva que aconseja la austeridad, parece de sentido común tratar de mancomunar servicios, tratar de abrir la senda para que se afiancen con el tiempo unas estructuras supralocales que asuman -desde la lealtad institucional- la prestación y gestión de determinados servicios básicos, por ejemplo el transporte urbano. Así pues, la propuesta sería potenciar una empresa pública de transportes que cubriera las rutas con carácter comarcal para toda la cuenca del Caudal. Nadie dice que ello sea sencillo, pero habrá que trabajar en la consecución de ese objetivo si se aspira a preservar la propia subsistencia de varias de las actuales líneas en funcionamiento. Para esto, cabe que se compartan desde los distintos ayuntamientos las responsabilidades y gastos o puede incluso darse la circunstancia de que la empresa la gestione un solo ayuntamiento y preste servicios por convenio a las otras localidades que abonarían un canon tal cual se tratara de una externalización de ese servicio.

l Ya puestos a desempolvar viejas reivindicaciones ciudadanas de nuestra villa creo que sería muy adecuado retomar aquella -muy legítima y soy de los que pienso que factible- de enlazar el transporte de pasajeros por carretera entre Mieres y Langreo, Caudal y Nalón, aprovechando la Autovía Minera y facilitando así el trasvase de pasajeros entre dos cuencas vecinas y hermanas pero incomprensiblemente todavía mal comunicadas entre sí en los inicios del siglo XXI. Deseo y espero que no este lejano el día en que además ambas Cuencas se conectarán mediante una vía eficaz y ágil, acorde a nuestros tiempos, entre Laviana y Aller.

l Por último, me parece anacrónico y poco entendible que se mantenga el monopolio relativo al transporte de pasajeros por carretera en una vía de comunicación tan vital para nuestra cuenca como es la comunicación con Oviedo. Confío en que tanto el Ayuntamiento de Mieres como el de Lena tratarán este aspecto con la debida energía y redoblarán los esfuerzos para quebrar esa anomalía que consiste en que los ciudadanos del Caudal sigamos careciendo de posibilidad de elección entre distintas opciones para desplazarnos a la capital asturiana en autobús. Considero que una refundada Emutsa podría perfectamente responder a esos retos con calidad y eficacia.