Mieres del Camino,

Andrés VELASCO

«Un viaje a Nueva York sin mirar dinero, sin mirar tarjetas». Ese es el destino principal que tendrán los 41.000 euros que el mierense José María García se embolsó el nuevo concurso de Antena 3 «Avanti», que se emite los viernes en horario de «prime time» y que presenta Carlos Sobera. Residente en Madrid y economista de profesión, este fin de semana, José María García visitó a sus amigos en Mieres, a los que relató la experiencia en el programa televisivo, sus nervios y sus sensaciones. «Tengo que reconocer que tuve bastante suerte para llegar a la final, porque por la dinámica del concurso había posibilidades de que incluso no llegara a participar», indicó. También reveló que, durante la fase final, «tuve bastantes nervios en ciertos momentos, incluso llegue a pensar que no me llevaría nada».

El concurso «Avanti», que sustituye al exitoso «Atrapa un millón» en la franja horaria de mayor audiencia de los viernes (a partir de las 10 de la noche), mezcla humor, baile, canción y sobre todo emoción. Los participantes, que salen de uno en uno, esperan en unas escaleras a que termine el turno del anterior y han de superar la cifra de dinero que éste haya ganado para avanzar hasta la fase final. La situación que vivió José María García fue límite. Cuando pensaba que ya no le daría tiempo a concursar, puesto que en un momento dado, el presentador advierte de que solo quedan cinco minutos de programa para llegar a la fase final, el joven mierense salió a escena. «Quedaba nada de tiempo, a penas unos minutos», indica José María García, que relata que «solo me quedaba la opción de sacar un papel con el juego 'Duelo' y ganar a mi oponente para poder llegar a la final, y eso, en el tiempo que quedaba, era realmente difícil». Difícil, sí, pero no imposible.

Y sucedió. José María desbancó a la concursante que en ese momento estaba virtualmente en la fase final y jugó cara a cara con Carlos Sobera en la prueba final. «Sobera impone», bromea el mierense. La última prueba del concurso requiere de una gran habilidad. Se trata de fallar una serie de 21 preguntas de doble opción, eso sí, con un tiempo de 2 segundos como máximo por pregunta, es decir, no puedes pararte a pensar. Y ahí está la clave, «en manejar los nervios y el subconsciente», asegura el joven mierense que, en un principio, optaba a llevarse como máximo 335.000 euros.

Tras agotar el tiempo para contestar esa serie, el programa cobra una nueva dimensión. Aparecen 100.000 euros en la pantalla, que van decreciendo de mil en mil euros cada segundo. «Cuando entramos en esa fase pensé que no me llevaba nada, estaba muy nervioso y precisamente los nervios me había jugado alguna mala pasada», explica José María García quien, sin embargo, afirma que «hubo un momento que supe que estaba en la pregunta 18, que me quedaban tres, y ahí me dije que no podía fallar». El momento álgido de la noche llegó cuando Carlos Sobera formuló la última pregunta, a velocidad de vértigo: «Pitufos o diminutos, ¿cuáles eran azules?».

José María no dudó. «Diminutos». Con el «correcto» del presentador, el público le dedicó una sonora ovación a la vez que el mierense repetía «no me lo creo, no me lo creo», abrazado a Carlos Sobera. «Fue un momento muy bonito», indica José María García, que no es la primera vez que se lleva dinero de un concurso televisivo. «Participé en Asturias en 25, aprovechando que como vivo en Madrid y se graba allí, pensé que podía ser una buena oportunidad», confiesa. En ese programa, se llevó 500 euros.

Lo mejor de todo fueron las felicitaciones recibidas a través del teléfono o las redes sociales. «Llegué a ser trending topic en Twitter», indica, con una sonrisa, el joven mierense, que pasó una semana de mucha tensión sin poder contarle a nadie el desenlace del programa. «Lo grabamos el pasado lunes y, por contrato, evidentemente, no podía decir nada a nadie, yo sabía que había ganado y no podía celebrarlo», asegura. El destino del dinero, como dijo en el concurso, irá para hacer un poco más holgado un viaje a Nueva York. Es muy aficionado a viajar, pero también tiene muy presente a los suyos: «Hay que ser previsor y con la que está cayendo guardar algo para si en algún momento yo o mi familia lo podemos necesitar».