Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El Ayuntamiento de Mieres ha renunciado finalmente a recurrir la sentencia que ha declarado «ilegal» la licencia concedida por el propio Consistorio para la construcción de la subestación eléctrica ubicada en el barrio de Santa Marina, una polémica instalación que ha topado de frente con el rechazo vecinal. El Gobierno de IU deja, de esta forma, en manos de la compañía E.On la defensa de la actuación. Desde la concejalía de Urbanismo se explicó a este diario que esperarán a que la sentencia sea firme, tras el recurso presentado por E.On, para analizar la modificación de la actual base urbanística, «si fuera posible», para adaptar el equipamiento a la normativa vigente. Puntualizaron, no obstante, que en estos momentos están a la espera de que el caso llegue a su fin para reclamar información a los servicios técnicos municipales.

Una vez transcurrido el plazo fijado para recurrir la sentencia, E.On se ha quedado sola en la disputa judicial con los vecinos de Santa marina que en su momento decidieron litigar contra la construcción de la subestación, equipamiento que lleva meses construido, aunque aún no ha entrado en servicio. Fuentes de la compañía eléctrica aseguraron a este diario que han decidido recurrir el fallo debido a que «por nuestra parte todas las autorizaciones están en regla, tanto las emitidas por el Ayuntamiento de Mieres como las de la Consejería de Industria del Principado de Asturias». Además, apuntaron los portavoces de la empresa, «donde parece que está el punto conflictivo es en materia de Urbanismo, que es un tema de exclusiva competencia municipal, y nosotros construimos la subestación donde nos dieron el permiso para hacerlo».

El Juzgado de los contencioso administrativo número tres de Oviedo dictaminó la «ilegalidad» de la licencia que hace ya más de dos años concedió el Ayuntamiento al establecer que el acuerdo adoptado en el seno de la junta de Gobierno del 25 de mayo de 2009 es «inadmisible» debido, según recoge el texto, a que vulnera el plan parcial y el propio proyecto de urbanización del barrio de la Mayacina.

La construcción de la polémica subestación eléctrica generó desde un primer momento airadas protestas por la cercanía de las instalaciones a viviendas y colegios. Los vecinos del populoso barrio de Santa Marina llegaron a frenar con movilizaciones el inicio de las obras. De esta forma, exigieron con protestas al Ayuntamiento de Mieres que parara los trabajos.

Paralelamente, un grupo de afectados, presentó un recurso contencioso-administrativo contra la Administración local por conceder la licencia de obras a la compañía eléctrica. Lo hicieron un grupo de vecinos a título personal, aunque respaldados por una amplia representación del barrio, ya que la asociación de vecinos se frenó a última hora. El juzgado contencioso-administrativo número tres de Oviedo les ha dado la razón, aunque E.On ha decidido apelar para evitar que el equipamiento tenga finalmente que ser desmontado. Por su parte, el Ayuntamiento ha decidido dar un paso atrás a la espera de acontecimientos. De hecho, la actual concejal de Urbanismo, Olga Álvarez , fue una de las voces más críticas con la tramitación del proyecto durante el anterior mandato municipal, en el que IU ejercía labores de oposición. Desde E.On España se había destacado que la subestación eléctrica iba a dar servicio a los barrios mierenses de Santa Marina y La Mayacina, en plena expansión. La inversión de 3,5 millones de euros podría haber sido baldía, ya que la concesión de permisivos no se ajustó a derecho.