Director de la estación de Valgrande-Pajares

Oviedo, Andrés VELASCO

Quién le iba a decir que tras pasar por el piragüismo, su futuro profesional iba a estar ligado al mundo de la nieve. Felipe García Pertierra cumple su quinta temporada al frente de Valgrande-Pajares. Avalado por un gran trabajo, Foro Asturias decidió dejarle en el puesto de director tras hacerse con el Gobierno regional, y en una temporada dura por las condiciones de nieve, la estación lenense ha respondido de forma notable, con una leve pérdida global de usuarios, pero con una mejora en cuanto a la media de asistencia.

-Quinta campaña en la estación a sus espaldas, ¿se imaginaba que iba a durar tanto esta aventura?

-Bueno, creo que no es cuestión de pensar cuánto va a durar, sino que para mí es más importante sacar adelante el trabajo día a día y continuar encontrándome respaldado en ello, eso me permite mantener la misma ilusión que cuando inicié esta andadura. A todo esto ayuda en gran medida que con el paso del tiempo, como no podría ser de otro modo, te vas empapando de la ilusión y buen hacer de los propios trabajadores de la Estación, de los concesionarios, esquiadores habituales y demás gente que se identifica plenamente con Valgrande-Pajares, y que todos ellos trasmiten la energía necesaria para llevar a cabo el trabajo que implica que la Estación funcione de la mejor forma posible.

-¿Cómo valoraría la recién culminada temporada?

-A lo largo de la temporada las condiciones climatológicas fueron mejorando y los esquiadores pudieron disfrutar de numerosas jornadas de esquí con buena calidad de nieve y gran número de pistas abiertas. Creo que cuando Valgrande-Pajares tuvo condiciones para mostrar su potencial, estuvo a la altura de las circunstancias.

-¿Qué le pide al próximo año?

-No queda otra que pedir que la meteorología nos acompañe más y ayude a que la nieve haga presencia en nuestras pistas casi cuanto antes, y que de una forma regular se alternen las nevadas con jornadas de buen tiempo para que los esquiadores lo puedan disfrutar. A la hora de disfrutar de la práctica del esquí tan importante es que se den las condiciones que garanticen la nieve en las pistas como el buen tiempo para su disfrute.

-Tras varias temporadas convulsas en cuanto a la plantilla, con amenazas de huelga, parece que este año todo ha ido sobre ruedas. ¿Es parte del éxito de la temporada pese al mal tiempo?

-No cabe duda que se ha logrado finalmente un buen clima laboral. La plantilla ahora trabaja con una estabilidad que favorece el buen ambiente y esto se transmite en la afabilidad con la que se trata a nuestro cliente final que son los esquiadores. Como ejemplo de ello destacamos la colaboración prestada por los trabajadores a la hora de llevar a cabo la ampliación de esta temporada.

-¿Qué opina de la ampliación de la temporada de esquí?

-Creo que es una medida muy acertada, ya no tanto por haber ampliado esta temporada sino por romper con un calendario estricto que evidentemente cuando se aprueba, por muy buena voluntad que se tenga a la hora de su elaboración, es difícil que coincida plenamente con el periodo más idóneo que se vaya a dar para la práctica del esquí. Además creo que si se mantiene esta intención es mucho más provechosa para anticipar la apertura, que siempre se dan unas mejores condiciones para la práctica del esquí, que para prolongar el cierre que fue lo único que se pudo plantear esta temporada.

-Una flexibilidad de fechas en la temporada supondría un mayor aprovechamiento de recursos, pero a su vez, mantendría un incertidumbre a la hora de reforzar su plantilla para la campaña invernal ¿Es posible dejar un calendario abierto?

-No creo que sea cuestión de plantear un calendario abierto al 100%. A mí como usuario de una estación de esquí, y esto es una opinión personal, me gustaría que al menos me garantizaran un calendario de apertura mínimo, que hay que hacer público desde un primer momento. A partir de ahí sería muy positivo mantener la intención de que cuando se dieran condiciones para ello se abriera la estación fuera de ese periodo. En el caso de Valgrande-Pajares es tan posible de realizar como en cualquier otra estación, es una cuestión de voluntad.

-En tiempos de crisis es complicado abordar mejoras en la estación, pero, ¿qué le falta a Valgrande-Pajares?

-Es obvio que la Estación demanda principalmente una renovación de remontes que mejore la calidad del transporte de nuestros clientes, aunque todos somos conscientes de que es difícil que en esta situación económica en que nos encontramos se puedan acometer este tipo de renovaciones de un modo significativo. A otra escala más asequible la estación ha ido mejorando con la ampliación y modernización del sistema de nieve artificial, la implantación del sistema de control de accesos en el cual seguimos ampliando canales de venta de abonos de temporada y forfaits, ampliación de locales de cafeterías y alquiler de material... Creo que estas continuas mejoras hacen que Valgrande-Pajares cada vez se vaya acercando más a una estación moderna.

-El curso ha sido complicado en cuanto a precipitaciones de nieve, sobre todo en el inicio, pero después se ha mantenido una regularidad en la apertura, ¿Cuál es el secreto?

-Pues la verdad que sí, que las precipitaciones no han ayudado mucho este año ya que apenas recuerdo dos nevadas de consistencia en todo el invierno. Aún así, con el trabajo diario de mantenimiento de remontes y pistas, producción de nieve y luego su conservación por parte de la maquinaria, se sacó el mayor rendimiento posible a las precipitaciones recibidas. Hoy por hoy nuestra estación es la que mejor se adapta de todas las de la Cordillera Cantábrica a situaciones como las que se han dado este año de escasas precipitaciones, a lo que contribuye notablemente el moderno sistema de nieve artificial del que disponemos.

-La estación de San Isidro abrió buena parte del inicio de campaña con apenas 150 metros esquiables, ¿es rentable abrir así la estación?

-Es difícil hacer una valoración sobre si fue rentable o no esa situación sin conocer los números desde dentro, pero al menos cuesta creerlo. De todas formas indicar que las estaciones gestionadas en este caso por organismos públicos no solo abren sus instalaciones cuando se dan condiciones rentables, sino eso sería muy complicado de llevar a cabo en nuestra Cordillera. Toda ellas tienen un enorme valor añadido en las comarcas que nos ubicamos y que no controlamos directamente desde la estación, la rentabilidad no solo es mirar los gastos e ingresos de la Estación sino sumar el balance que arrojan todas las empresas que de forma directa o indirecta desarrollan su actividad beneficiadas por la ubicación de la Estación. Hay que valorar los beneficios que genera en el entorno.

-¿Podrían haber hecho lo mismo que San Isidro para mejorar sus estadísticas a final de año?

- Rotundamente no, ni pudimos ni tampoco lo haríamos. Desde que me encuentro de director siempre he tenido la firme voluntad de dar información veraz y fidedigna de la situación en que se encontraba la Estación en cada momento. De hecho uno de los objetivos primordiales es que a primera hora de la mañana, normalmente a las 7:45, todo aquel que quiera consultar el estado en que se encuentran las pistas y la previsión de apertura lo pueda hacer a través de nuestra web y teléfono blanco. Sinceramente creo que situaciones así ponen a cada uno en su sitio, los esquiadores disponen de muchos canales de información para saber de primera mano en qué condiciones se encuentra una estación u otra, y al final si nosotros mismos faltamos a la verdad lo lógico es que nos debería acabar pasando factura.

-¿Le gustaría seguir un año más como director de Valgrande-Pajares?

-Sigo encontrando respaldo para afrontar con ilusión y motivación cada día este trabajo y por supuesto que me gustaría continuar, sobretodo porque a medida que van pasando las temporadas acumulas un bagaje de experiencias que te ayudan tanto a anticipar y resolver los quehaceres diarios como a conocer con pleno detalle las mejoras necesarias de la estación.