Cuando asumimos la Alcaldía de Mieres enviamos una carta a todas las personas del concejo en el que explicamos la situación económica del Ayuntamiento. Dijimos que íbamos a gobernar con luz y taquígrafos. Y no eran palabras vacías. La deuda con proveedores superaba los 13 millones y con los bancos otros 16 millones. En total, el Ayuntamiento debía 29 millones. Una situación crítica.

IU ha puesto en marcha un conjunto de medidas para evitar la bancarrota. Dijimos que la austeridad será la regla de oro en el Ayuntamiento y las primeras medidas fueron suprimir el sueldo del Alcalde o reducir los asesores (y sus sueldos). También adoptamos otras decisiones para reducir gasto corriente y eliminar todo aquello que fuera superfluo. En apenas diez meses logramos ahorrar más de 800.000 euros.

Tras la victoria del PP en las últimas elecciones generales, Rajoy aprobó un Real Decreto para que los Ayuntamientos pagaran a los proveedores, lo que supuso un importante ajuste en todas las administraciones locales. Obligándonos a aprobar un plan de saneamiento. No había opciones. O se aprobaba el plan o el Estado intervenía el Ayuntamiento. En este contexto, IU optó por evitar despidos. Y para lograrlo tuvimos que adoptar medidas duras, que no nos gustan, pero que son imprescindibles si queremos mantener el empleo público.

Hemos subido los impuestos y las tasas. Hemos recortado gastos en todas las áreas. Y no hemos tenido otra opción que emprender un proceso de homologación de los sueldos. La tabla salarial del Ayuntamiento de Mieres supera, con creces, las retribuciones de los trabajadores públicos del Principado. En este sentido hemos puesto en marcha un ajuste salarial que no es agradable y que, obviamente, no es compartido por las personas afectadas. Pero no hay alternativa si queremos evitar los despidos. Hemos ajustado hasta el límite el gasto para evitar privatizar EMUTSA, garantizar el funcionamiento de la Escuela de Música o la Escuela de 0-3 años, por citar solo algunos ejemplos.

Evidentemente, el ajuste en los sueldos ha generado una importante polémica. Es legítimo que los trabajadores defiendan sus intereses. Comprendemos las protestas. Pero también deben comprender que es la única forma de impedir que muchos de sus compañeros acaben engrosando las listas del INEM.

Como suele ser habitual en toda polémica algunos buscan confundir con mentiras o verdades a medias. Dicen que IU no negocia, que no dialoga. Tan solo un ejemplo: en la anterior legislatura (con el gobierno del PSOE) hubo 52 reuniones con los sindicatos. En los once meses que llevamos en el Gobierno hubo 22. Eso con los representantes de los trabajadores porque el Alcalde de Mieres ha mantenido más reuniones y asambleas con las asociaciones en este tiempo que otros en legislaturas enteras.

En esta primera fase, para cumplir el plan de ajuste, hemos eliminado los pluses y complementos (lo que nos permitía la ley). Y se los hemos eliminado a todos, desde los altos funcionarios hasta el último trabajador. Pero es urgente abordar una negociación salarial en el Ayuntamiento si queremos evitar la bancarrota.

Los ciudadanos deben saber que en el último convenio colectivo del Ayuntamiento en 2009 hubo algunos colectivos que tuvieron subidas salariales de hasta 500 euros mensuales. Algo que, desgraciadamente, no han podido experimentar otros trabajadores del Ayuntamiento, y mucho menos del resto del país.

Estas son nuestras posiciones, algunos de nuestros argumentos. Los hemos defendido en las reuniones en el Ayuntamiento, en asambleas con los propios trabajadores, con las asociaciones ciudadanas, en entrevistas y artículos. Y lo seguiremos haciendo porque tenemos el compromiso (y la obligación) de dar respuesta a la crisis financiera que otros generaron en los últimos años.

Respetamos, repito, aquellos que nos critican. Pero lo que no es legítimo, y debemos condenarlo expresamente, son las amenazas, las coacciones, las agresiones o las difamaciones. Quien cruce ese límite traspasa la frontera de lo tolerable y caerá sobre él todo el peso de la ley. No habrá impunidad frente la violencia. Eso debe quedar claro desde el primer día.

Hace unos días el coche del concejal de Personal apareció destrozado por el ácido. Así responden algunos al trabajo que está haciendo este compañero para mantener el empleo en el Ayuntamiento. Y como está siendo objeto de todo tipo de comentarios, conviene también decir alto y claro que por su responsabilidad de gobierno recibe 250 euros mensuales. Todo un símbolo de compromiso y dedicación.