Pola de Lena,

C. M. BASTEIRO

El Ayuntamiento de Lena pondrá a la venta escuelas rurales que están en desudo para aumentar sus ingresos ante la delicada situación económica. La medida aparece reflejada en el plan de viabilidad derivado del decreto de pago a proveedores impuesto por el Ejecutivo central. Según esa planificación ya aprobada por el Pleno municipal, en este ejercicio se prevé obtener por esa vía un ingreso de 60.000 euros, según apuntó el alcalde del concejo, Ramón Argüelles.

El regidor explicó que «tan solo nos planteamos vender las escuelas que se encuentran en muy mal estado y cuya recuperación podría ser muy costosa para las arcas municipales». A la vez, matizó que se trata de un proyecto en el que el Ayuntamiento está trabajando «y aún no se ha cerrado porque no hemos evaluado el estado de los inmuebles».

El Ayuntamiento de Lena pretendía convertir las antiguas escuelas rurales en centros sociales y viviendas de protección oficial para vecinos con pocos recursos. Aunque la difícil situación económica ha ocasionado un cambio de planes, según el regidor, la mayoría de las escuelas seguirán siendo de propiedad municipal.

El Ayuntamiento, junto a la anterior Consejería de Bienestar Social y Vivienda, llevó a cabo la remodelación de la escuela de Sotiello, que terminó convirtiéndose en un centro social para los vecinos. Las escuelas rurales de Muñón Cimiru y San Martino también son de propiedad municipal y estaban incluidas en el mismo plan.

En una sesión plenaria extraordinaria celebrada el pasado mes de diciembre, la corporación municipal dio luz verde a la desafectación de diez escuelas rurales del concejo. Es un trámite inevitable para recuperar la propiedad de los edificios, cedida a Educación, y para que puedan tener un uso distinto al formativo. Se trata de las escuelas de Piedracea, Vega del Rey, Palacio Felgueras, Carabanzo, Los Pontones, Muñón Fonderu y Piñera. El Ayuntamiento también inició los trámites para hacerse con los aularios cerrados de Tuiza de Abajo, Retruyés, Parana y La Frecha.

Las condiciones para que una escuela rural pase a manos del Ayuntamiento depende en cada caso de la situación en la que se encuentre el centro, el número de alumnos que tenía y la posibilidad de encontrar escolares en la localidad para volver a ponerla en funcionamiento.