Cabañaquinta, P. CASTAÑO

La sociedad Riomañón Energía S. L., promotora de la minicentral hidroeléctrica de Casomera, ha interpuesto una demanda contra el Ayuntamiento de Aller por bloquear el proyecto de aprovechamiento hidráulico. La empresa pretende construir la cuarta minicentral del concejo.

El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Aller dio carpetazo al proyecto de Riomañón Energía para Casomera. El plan, que llevaba sobre la mesa desde 2008, había generado un fuerte rechazo entre ecologistas, vecinos y pescadores, que se oponían a la construcción de la minicentral por el impacto que generaría sobre el río Aller. En un primer momento, el Ayuntamiento frenó la implantación de la central, pero una sentencia judicial obligó a los responsables municipales a continuar con la tramitación e informar de cada paso que diera el proyecto. A principios de este año, con el respaldo de un informe desfavorable de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA), el Ayuntamiento de Aller volvió a desestimar el proyecto hidroeléctrico, pero la empresa no se da por vencida y ha interpuesto un recurso en el Juzgado Contencioso-Administrativo número 6 de Oviedo contra el Ayuntamiento de Aller.

El proyecto de la central eléctrica en el río Aller, a la altura de Casomera, fue presentado por la empresa Riomañón Energía, S. L. en 2008 y fue rechazado por el Ayuntamiento desde un principio. De hecho, el Pleno de Aller ya había aprobado una moratoria sobre la implantación este tipo de instalaciones energéticas que finalmente no se reflejó en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), por lo que quedó sin efecto. El concejo ya cuenta con otras tres minicentrales hidráulicas. Son las de La Paraya, San Isidro y Murias.

El Ayuntamiento presentó alegaciones contra el proyecto de Riomañón argumentando principalmente el impacto ambiental y socioeconómico negativo que causaría. También los ecologistas y los vecinos se posicionaron en contra, por lo que el proyecto se paralizó durante años. En septiembre de 2011, una sentencia judicial obligó al Ayuntamiento de Aller a continuar con la tramitación del estudio de implantación y a informar judicialmente de cada avance del proyecto. La Corporación acató el fallo y siguió adelante con los trámites.

El pasado mes de febrero, el Pleno volvió votar de forma unánime en contra del proyecto de la minicentral. El principal motivo, en esa ocasión, era un informe desfavorable emitido por parte de la CUOTA. El documento, según aseguró el alcalde de Aller, David Moreno «alertaba del impacto que podría causar esta actuación en el río Aller, al ser un cauce truchero». La asociación de pescadores El Maravayu, uno de los colectivos que más se opusieron a la central, ya había alertado de los efectos en la fauna del río. Después de conocer la sentencia judicial que obligaba al Ayuntamiento a continuar con los trámites del proyecto energético, la asociación amenazó con retomar las movilizaciones que ya había emprendido en 2008, pero la decisión del Pleno de Aller devolvió la tranquilidad a los miembros de El Maravayu. Sin embargo, el recurso contencioso-administrativo presentado por Riomañón Energía contra el Ayuntamiento de Aller vuelve a reabrir el caso.