Pola de Lena, Julio VIVAS

Un grupo de indignados cortó ayer con barricadas en llamas el tráfico de la autovía Oviedo-Campomanes (A-66) a la altura de Pola de Lena durante al menos una hora e hirió a dos conductores con el lanzamiento de cohetes a la carretera. Aunque en un primer momento los afectados vincularon el incidente con las protestas mineras, los propios manifestantes disiparon las dudas al mostrar pancartas contra los recortes en los que se podían leer lemas como «ni paro, ni miseria, ni estafas al pueblu, queremos educación, sanidá, xusticia social y futuru». Asimismo, los sindicatos mineros negaron cualquier relación con la protesta.

Los hechos sucedieron alrededor de las siete y cuarto de la tarde en el punto kilométrico 58,200 de la A-66, principal conexión entre Asturias y La Meseta. Un grupo de encapuchados saltó a la carretera portando neumáticos a los que después prendieron fuego, deteniendo el tráfico en ambos sentidos. En ese primer momento, y según afirmaron testigos presenciales (el corte se realizó junto a la pasarela que cruza la autovía) se produjo un primer enfrentamiento entre los manifestantes y uno de los conductores, que pretendía saltarse la barricada. Los encapuchados llegaron a romperle el retrovisor del coche de una patada.

Además de prender las barricadas, tal y como aseguraron fuentes de la Guardia Civil, los manifestantes también tiraron voladores desde un monte cercano a la carretera, donde se encontraban los vehículos parados, a escasos metros de las viviendas de Pola de Lena. A consecuencia de los cohetes resultaron heridas dos personas. Uno de los voladores impactó contra el cristal de uno de los coches e hirió a su conductor, Sergio Sagredo. El herido, que presentaba cortes y magulladuras en gran parte de su cuerpo, aseguró que «todo pasó muy rápido, sólo escuché estallar los cristales». Además de él, también resultó herido por el impacto de un volador un motorista de origen portugués. Ambos heridos fueron evacuados por la Guardia Civil hasta el hospital Álvarez Buylla de Mieres.

Los manifestantes aguantaron en la calzada al menos media hora hasta que llegó el helicóptero de la Guardia Civil, momento en el que los encapuchados emprendieron la huida por el casco urbano de Pola de Lena. Al cierre de esta edición no había detenidos, si bien la Guardia Civil no descartó que se produjeran detenciones a lo largo de la noche tras realizar las pertinentes investigaciones para determinar la autoría de los hechos.

El tráfico en la autovía se restableció pasadas las ocho y media de la tarde, aproximadamente una hora después del corte. Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico dejaron pasar primero a los conductores que circulaban en dirección a Oviedo, mientras que el otro sentido lo hizo pasados unos minutos, y una vez que la barricada se apagó completamente.

El alcalde de Lena, Ramón Argüelles, tachó la protesta como «vergonzosa», ya que los manifestantes habían puesto en riesgo la vida de los ciudadanos. Argüelles aseguró que los encapuchados, que también cortaron con una barricada una de las calles paralelas a la autovía, a la altura de la estación de autobuses de La Pola, quemaron un contenedor «y a punto estuvieron de quemar también un coche, porque estaba muy cerca». El regidor señaló que, aunque «comprendía el malestar de los ciudadanos» por los recortes del actual Gobierno del PP, «este tipo de protestas no son la solución, sino que existen otras formas de mostrar indignación». Los sindicatos mineros, por su parte, negaron cualquier vinculación con los hechos. El secretario de Organización del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi, aseguró que «ni tan siquiera son mineros que vayan por libre, sino que eran manifestantes vinculados a otros movimientos». De igual maneras se manifestaron ayer desde CC OO.