Cabañaquinta,

C. M. BASTEIRO

El concejo de Aller ha vivido tres asaltos a distintas iglesias en los últimos seis meses. Este balance ha hecho que el Ayuntamiento se involucre. De esta forma, el alcalde, David Moreno, anunció ayer que reclamará a la Guardia Civil que refuerce la vigilancia en el exterior de los templos. También pedirá la colaboración de la Policía Local, dentro de las localidades de su ámbito, para evitar que continúen produciéndose asaltos.

«No se trata de una medida de protección para la Iglesia, sino para unos edificios que se encuentran en el concejo y que están siendo blanco de robos», matizó ayer el regidor. Por el momento prefiere evitar la palabra «oleada», pero admite que esta situación ya resulta alarmante. «No se había dado nunca antes, y queremos tomar las medidas oportunas», añadió.

El primer asalto se produjo el pasado mes de mayo, cuando unos ladrones forzaron la hucha de las donaciones de la capilla de la Virgen de la Peña de El Picu, en Boo, y se llevaron la recaudación. En agosto, la iglesia de Piñeres sufrió el robo del sagrario y el cáliz, dos objetos de gran valor por su antigüedad. El pasado jueves, la iglesia de San Juan de Boo sumó un nuevo asalto. Los ladrones entraron al templo destrozando una vidriera y se llevaron la recaudación del lampadario eléctrico de las velas. El sacerdote del pueblo, Andrés López, calcula que la hucha podría contener unos 600 euros.

Los párrocos afectados agradecen la decisión del Ayuntamiento, pero quieren aportar nuevas ideas. Piden la involucración de los vecinos, porque no quieren que la iglesia sea un lugar cerrado. «La iglesia es un espacio para el encuentro de toda la comunidad, de la que los feligreses y los vecinos son parte imprescindible», destacan. Para que siga siendo así, la Policía Judicial ha recogido huellas y pruebas en los tres escenarios y la investigación sigue en marcha. No se descarta que los tres hurtos puedan estar relacionados.