Mieres del Camino,

Andrés VELASCO

La indignación que invade a numerosos ciudadanos provoca que las protestas contra los recortes en muchos ámbitos de la sociedad sean constantes. Asociaciones, sindicatos y plataformas salen casi a diario a las calles para mostrar su desencanto con la actual situación del país. Y para hacerse oír que mejor forma que innovar, como ocurrió ayer en Mieres. La Asamblea de Trabajadores Públicos de Asturias acudió al mercado dominical de la villa para realizar la representación de un romance -El Romancero del Tesorero- con el que se ganaron la atención de centenares de personas que paseaban en esos momentos por la plaza del mercado mierense.

Autodenominados como la marcha negra, este grupo de trabajadores públicos ya ha dejado claro que irá donde haga falta para protestar contra el «ataque» del Gobierno central contra el sector y sobre todo contra los empleados de la administración, que se sienten denostados y maltratados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Uno de los empleados de la Asamblea de Trabajadores Públicos de Asturias asumió el papel de ciego y leyó un ácido romance, criticando los ajustes contra el sector público, que fue muy aplaudido por los vecinos que caminaban como cada domingo por la plaza de Mieres. Tras dos representaciones de esta irónica protesta y sobre la marcha, los miembros de la Asamblea de Trabajadores Públicos de Asturias trasladaron su marea negra a otro de los epicentros de Mieres: la plaza de Requejo.

«No teníamos pensado hacerlo, pero la verdad es que puede ser una buena iniciativa, y seguro que la gente nos va a apoyar», aseguraban algunos de los miembros del colectivo. Así pues, en torno a la una de la tarde, dejaron el mercado para ir a la sidrera plaza de Requejo. Allí, de nuevo el ciego volvió a recitar su romance para abrir los ojos a la sociedad. Con versos como: «Cuando aún siendo los primeros / que su sueldo recortaron / se nos ve como bandidos / que la crisis han causado» o «Mientras crisis y parados / continúan aumentando / abundan en los palacios / corruptos y despreocupados», volvieron a arrancar los aplausos del pueblo de Mieres, que esperan se una a su causa.