Los trabajadores de las cafeterías y tiendas de las áreas de servicio de Caldas de Luna y Rioseco de Tapia, en la autopista del Huerna, se encontraron ayer con las puertas de los establecimientos cerrados. Nadie les había dicho nada sobre el cierre, aunque saben que la concesionaria se encuentra en una situación límite porque llevan cinco meses sin cobrar. Ante esta situación, Aucalsa ha iniciado los trámites para volver a sacar las instalaciones a concurso. La plantilla exige que se subroguen tlos 22 contratos a la nueva adjudicataria.

La actual concesionaria es Mastin´s, una sociedad que forma parte del Grupo Quico. El abogado de los trabajadores, Emilio Oviedo, explicó ayer que la deuda de Mastin´s con la plantilla asciende a «más de 150.000 euros». Los trabajadores cobraron por última vez en septiembre y, algunos, recibieron 200 euros en enero. Según el jurista, «nuestra reclamación también pasa porque la sociedad que ha sido concesionaria hasta ahora pague todos los salarios que se adeudan antes de dejar la gestión».

Detrás de las cifras, hay personas. Desiré Sánchez es una de las trabajadoras de la cafetería de Rioseco de Tapia. Está embarazada de ocho meses y asegura que está «deseando» ver la cara de su bebé. En cambio, ayer olvidó un poco esa ilusión y se mostró «muy preocupada» porque no tiene dinero «ni para los pañales». El resto de trabajadores también tienen su propia historia y, ayer, a primera hora, vieron cómo su mundo se venía abajo.

«Fue un gran impacto, llegar a trabajar a la cafetería como todos los días y ver que ya no hay actividad. Te quedas pasmado», aseguraron ayer varios trabajadores del turno de mañana a la puerta de las instalaciones de Rioseco de Tapia. La cafetería volvió a abrir sus puertas por la tarde, pero solo para la plantilla y los responsables de la gestión de la nueva empresa que está interesada en asumir la gestión.

«Nos han informado de la situación de la nueva empresa, aunque queremos saber cual es el estado de la compañía al detalle y también su origen, para asegurar la viabilidad», señaló Oviedo. Los trabajadores estarán presentes a lo largo de las negociaciones con el objetivo de conseguir que se mantengan los puestos de trabajo a pesar de la nueva concesión. «No vamos a aceptar ninguna palabra que se lleve el viento ni ningún canto al sol. Queremos compromisos firmes antes de aceptar nada», afirmó Oviedo.

El abogado ya tiene la primera propuesta de la empresa que está interesada en asumir la gestión, pero prefiere mostrarse cauto. Las cafeterías siguen cerradas y Aucalsa avisa a los clientes para que no se lleven el mismo susto que ayer se llevaron los trabajadores. Han colocado un cartel de «Cerrado por reforma», aunque la plantilla asegura que no hay ninguna obra a la vista.