Nadie sabe si los coches del futuro acabarán volando, pero lo que sí es seguro que van a ser eléctricos. Para alcanzar ese futuro con mayor confianza, la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), con sede en el pozo Barredo, en Mieres, prueba desde hace unos meses un coche 100% eléctrico. Su objetivo es analizar el comportamiento de este tipo de vehículos en condiciones normales de uso y, tras dos meses a los mandos, en la fundación ya han comprobado que el consumo real es menor que el homologado, con un coste de poco más de un euro por cada 100 kilómetros recorridos.

La promoción y difusión del conocimiento de la tecnología relacionada con la denominada «movilidad eléctrica» es uno de los objetivos de Faen. Por ello, la fundación optó por adquirir el vehículo, un Nissan Leaf, que se usa durante los desplazamiento que el personal de Faen realiza durante todo el año para desarrollar sus actividades. De ese modo, «podemos analizar el comportamiento del coche en condiciones normales de uso», explican en la Fundación. El vehículo, a diferencia de los híbridos que ya se encuentran en el mercado con una importante demanda por parte de los usuarios, «es un coche eléctrico puro, ya que no dispone de un motor de combustión, sino exclusivamente de uno eléctrico».

Las pruebas arrancaron hace dos meses. La intención de Faen es adentrarse un poco más en nociones como el rendimiento, consumos y costes energéticos, «y otros aspectos relacionados que darán una visión real de esta tecnología», explican. Los datos obtenidos, al igual que muchos otros proyectos desarrollados por la entidad, «serán puestos a disposición de todo aquel que tenga interés en ellos».

Los resultados a dos meses son provisionales, aunque arrojan muy buenas perspectivas. Así, el consumo real obtenido fue de 16 kilovatios por 100 kilómetros, cuando el consumo homologado es de 17,7 kilovatios por cada 100 kilómetros. Esto, en términos de coste, ronda los 1,10 euros por cada cien kilómetros si se hacen las recargas por la noche y con la tarifa supervalle. En caso contrario, el coste se incrementa hasta los 2,9 euros por cada 100 kilómetros. Esta tarifa supervalle nació en 2011 anunciada dentro del paquete de incentivos del Gobierno central para impulsar el uso de los vehículos eléctricos. La tasa reduce el precio del kilovatio por la noche.

De todos modos, desde Faen aseguran que los datos obtenidos en estos dos meses, «deben ser corroborados con una serie más larga hasta alcanzar el año de funcionamiento». Así, la Fundación podrá tener en cuenta todas las variables que afecten considerablemente al consumo y autonomía de este vehículo, como la utilización de climatización, la carga, el número de personas que lo utilicen o la orografía, por citar sólo algunas de las más destacadas.

El análisis de este nuevo vehículo también será complementado con la utilización del punto de recarga eléctrica de vehículos que dispone Faen en su sede de Barredo. Este punto, instalado a mediados de 2010, cuenta con un software que hace «inteligente» al punto de recarga, ya que permite conocer datos de las cargas, como su número y consumo, e incluso identificar a sus diferentes usuarios. Estas instalaciones no sólo están disponibles para los vehículos eléctricos de Faen, sino que también pueden ser utilizadas por particulares que dispongan de un coche u otro dispositivo de movimiento que precise de electricidad.

No es la primera vez que Faen testa un vehículo alimentado con electricidad. Hace aproximadamente un año, la entidad presentaba otro coche, en este caso un híbrido enchufable que, según sus creadores, sólo consumía 2,2 litros de gasolina por cada 100 kilómetros y con «mínimas» emisiones contaminantes. En esa ocasión, el vehículo no había salido todavía al mercado y el objetivo de Faen era conocer sus ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, tal y como se pudo apreciar, se encontraba el bajo consumo. Sin embargo, entre los inconvenientes de este tipo de vehículos estaba el precio que, en el caso del coche que se probó en Mieres rondaba los 40.000 euros. Una mayor demanda de estos vehículos contribuirá, sin duda, a reducir el precio de adquisición.