Un grupo de vecinos de Pola de Lena ha creado una plataforma para movilizarse contra la sustitución del párroco de la localidad, Santos Orestes, y cuenta con el respaldo del Gobierno local de IU. El Arzobispado anunció el traslado hace quince días y los feligreses reaccionaron de una forma inesperada. Lejos de aceptar la decisión de la Iglesia, acudieron al Arzobispado para pedir una explicación. Salieron sin una respuesta que les convenciera, pero aseguran que están dispuestos a remover cielo y tierra para que don Orestes, que lleva siete años con ellos, no deje la Pola «bajo ningún concepto».

Las malas noticias llegaron el día 18 de junio. Fue entonces cuando el Arzobispado contactó con Santos Orestes para decirle que tenía que dejar su parroquia. «Me explicaron que había otro sacerdote que debía estar aquí por cuestiones familiares, y yo lo comprendo, aunque me cueste aceptarlo», explicó ayer Orestes con voz apagada.

Los planes del Arzobispado incluían trasladar a Santos Orestes a Villaviciosa: «Me nombraron unas localidades, que ni siquiera conozco, y no me siento con fuerzas para empezar de nuevo», explicó. Las iglesias que debe atender, según Orestes, son las que ha dejado Jesús María Menéndez, más conocido como «padre Chus», tras ser destituido como párroco. El sacerdote de Pola de Lena no aceptó la oferta y ahora tiene previsto volver a su León natal para seguir dedicándose «por completo» a la Iglesia.

Los vecinos no encajaron la noticia con la misma resignación. César Fueyo y Salvador Riera son dos de los «cabecillas» de la singular revuelta que se ha formado para que el párroco se quede en la Pola. «Hemos llamado a todas las puertas a las que podemos picar y, de momento, no hemos conseguido nada. No dan el brazo a torcer», explicó Riera. Los miembros de la plataforma dejaron claro que no tienen nada en contra del nuevo párroco, pero quieren que «nuestro cura se quede en casa».

Saben que no será fácil encontrar a alguien como él. Dicen los vecinos que Santos Orestes ha sabido ganarse el cariño de todos desde su primer día en Lena. «No hay familia que no reciba su pésame después de un fallecimiento, da misas diarias en la residencia de ancianos y también trabaja con Cáritas. Es un cielo como párroco y como persona, no hay más que buenas palabras», señala Riera.

Santos Orestes ha tocado el corazón de los feligreses y las muestras de apoyo traspasan los muros del Ayuntamiento de Lena. El concejal de Cultura, Rolando Díaz (IU), también mostró ayer su apoyo al sacerdote: «A título personal, considero que ha hecho mucho por la cultura dentro del concejo. También ha sido una buena persona y ha cuidado a sus feligreses y a los vecinos. Valorar su trabajo no tiene nada que ver con las creencias de cada uno». La última «hazaña» cultural del sacerdote fue reparar un viejo órgano de la iglesia y trasformarlo en un instrumento único en la región. La noticia de su traslado llegó solo unas semanas después.

«Es un cielo de persona, no hay más que buenas palabras para él»

<Salvador Riera >

Miembro de la plataforma

«A título personal, considero que ha cuidado a feligreses y vecinos»

<Rolando Díaz >

Concejal de Cultura de IU