La iglesia de San Martín de Turón, cerrada desde hace más de año y medio, volverá a abrir sus puertas antes de final de año. Los trabajos para reforzar la estructura de la iglesia ya están en marcha una vez que la parroquia ha conseguido reunir los casi 300.000 euros que costaba la reforma del inmueble. Los fondos se lograron gracias a los donativos de los fieles, así como a un préstamo bancario que fue avalado por el arzobispado de Oviedo.

El párroco, Rafael Menéndez, mostró su satisfacción por el buen desarrollo de estos trabajos «que servirán para que, al menos, el templo no se caiga». El religioso señaló que, semanas antes del comienzo de las obras, «se había hundido el tejado de la iglesia afectando a su interior, donde había roto dos de las bóvedas». Las mejoras consistirán en el reforzamiento de la estructura con la sustitución de la actual cubierta, de aproximadamente 1.000 metros cuadrados. También se limpiarán las piedras de la fachada, se taparán los agujeros y se colocará una protección en las vidrieras para evitar que entre el frío por sus cavidades.

Los trabajos, tal y como explicó el párroco, se alargarán hasta octubre o noviembre. Una vez finalizados, la iglesia podrá reabrir sus puertas. Eso sí, Rafael Menéndez destacó que «se trata de una obra ingrata, porque la rehabilitación apenas se apreciará a simple vista, lo único que notarán los fieles es que ya no se colará el agua en el interior del templo». Para realizar una rehabilitación más a fondo, el párroco señaló que «tendremos todavía que esperar un poco más de tiempo, ya que esta última obra ha costado mucho dinero».

Además del sentimiento de satisfacción, el religioso también mostró agradecimiento. Sobre todo hacia «aquellas personas que pusieron su granito de arena a la hora de recaudar fondos». Esos donativos consiguieron la nada desdeñable cantidad de 112.000 euros. El dinero se consiguió a través de aportaciones de los fieles, pero también a través de una serie de actividades, como conciertos y mercadillos solidarios, organizados por los propios feligreses. Igual de agradecido se mostró el párroco hacia el arzobispado de Oviedo, que avaló un préstamo bancario de 185.000 euros. De todos modos, Rafael Menéndez hizo hincapié en que «el trabajo no ha terminado aún, todavía tenemos que pagar el crédito y los intereses». Para ello, y en colaboración con los fieles de la parroquia de San Martín, se seguirán desarrollando actos solidarios durante los próximos meses. El párroco se mostró convencido de que «conseguiremos salir adelante, aunque nos cueste trabajo, porque lo más importante es que vamos a poder reabrir la iglesia para todos los vecinos».