La empresa Inversiones Inmobiliarias Valmurián, propietaria del parador de Pajares, sigue buscando comprador para el emblemático inmueble. La compañía puso el edificio a la venta hace dos años y ahora ha activado un nuevo plan para atraer el interés de las grandes cadenas hoteleras nacionales e internacionales. La inmobiliaria ya ha contratado publicidad en prensa especializada y espera mantener encuentros con importantes representantes del sector. El precio del parador para particulares es de 1,5 millones de euros, pero la reforma del edificio requeriría una inversión aún mayor.

Valmurián adquirió el edificio del parador de Pajares en 2010, a través de una subasta pública del Ministerio de Economía y Hacienda. El portavoz de la empresa, Julio Maceda, explicó que la crisis económica «está dificultando la venta de este inmueble, a pesar de que creemos que tiene muchas posibilidades». «Hemos recibido algunas llamadas, hemos enseñado el parador unas cuantas veces, pero ningún proyecto llegó a cuajar», añadió. Valmurián puso a la venta el inmueble ante la imposibilidad de hacer frente a la reforma que necesita el edificio, a pesar de que la compañía había anunciado en múltiples ocasiones su intención de hacerse cargo del establecimiento y convertirlo en un referente turístico.

Los responsables de la empresa Valmurián llegaron a anunciar dos proyectos, uno para construir un apartahotel y otro para poner en marcha un hotel con spa. Las dos propuestas quedaron en humo y añadieron una nueva sombra a la difícil y larga historia del parador de Pajares, construido en el alto del puerto por la Dirección General de Regiones Devastadas.

El establecimiento abrió sus puertas en 1953 y tuvo unos años de esplendor. En 1979 cerró sus puertas por primera vez y volvió a abrir en 1981. Poco después, la Dirección General de Turismo decretaba su exclusión de la red de paradores con la excusa de que había perdido relevancia a partir de la entrada en servicio de la autopista del Huerna. Los últimos gestores del inmueble abandonaron el proyecto en 2004, alegando que no resultaba rentable.