Los trenes de la antigua Feve, ahora integrada en Renfe, no dan la talla en el concejo de Aller. Después de meses de reivindicaciones para que la empresa ferroviaria modernizara los trenes -con vagones fabricados en los años 50 del pasado siglo y que fueron desechados en Cataluña- ahora las críticas de los usuarios de la línea Collanzo-Baíña se centran en la capacidad de los nuevos coches. Renfe ha puesto en marcha los modernos trenes 2900, pero solo presta servicio en la zona media y alta del concejo de Aller con un único vagón que tiene 29 asientos.

La polémica surgió con los servicios que transportan a los alumnos de la zona alta del concejo hasta el IES Valle de Aller. Padres de alumnos, comunicaron al alcalde de Aller, David Moreno, que los jóvenes acudían a clase cada día en un «trenecito de juguete» sin la capacidad necesaria para atender la demanda. Ante la queja, los responsables municipales ya han exigido un refuerzo en el servicio, además de reclamar una reunión con el gerente de Viajeros, Javier González Villoria.

David Moreno asegura que la situación del servicio ferroviario en el concejo es «insostenible»: «Los viajeros van hacinados como sardinas en lata». Además de con los servicios que llevan a los estudiantes, también hay problemas con los que diariamente trasladan a trabajadores fuera del concejo y con los viajes de primeras horas del día y de la última de la tarde del sábado, utilizados por jóvenes viajeros que se dirigen a Mieres u Oviedo.

No es el primer conflicto de Aller con la empresa ferroviaria. Además de la reclamación para la puesta en marcha de los nuevos convoyes, el Ayuntamiento también criticó hace unos meses un cambio en los horarios de la línea Collanzo-Baíña. «Se suprimieron los servicios que tenían una mayor demanda. Un hecho que, junto a la puesta en servicio de este pequeño tren, parece destinado a perder usuarios en el concejo», explicó el regidor socialista.

La reclamación del Alcalde es clara: «Tienen que prestar un servicio adecuado para que podamos ofrecer un transporte público de calidad». Si no hay un cambio drástico en la gestión, Moreno teme que los trenes del concejo queden en vía muerta.