En relación con la noticia que LA NUEVA ESPAÑA del pasado día 14 de octubre publica de la oposición que algunos grupos ecologistas plantean a la construcción de una central eléctrica de biomasa que la empresa estatal Hunosa quiere ubicar en el polígono de Reicastro, la asociación El Maeral, formada por propietarios de montes maderables de la comarca del Caudal, quiere dejar constancia de su posturas con respecto a esta central y sus características.

Esta Asociación apoya totalmente la idea de la central. Es más, añadimos: seria muy conveniente que la idea no se quedara en eso únicamente. Es importante que a su alrededor se montara un complejo industrial asociado a la explotación de la madera fundamentalmente de castaño (árbol que mayoritariamente crece en nuestros montes) dado su calidad y alto poder energético. Ese complejo industrial podría estar compuesto de una fabrica de pellets, aserraderos e incluso viveros de árboles para la repoblación de terrenos.

No es intención nuestra destruir sino el desarrollar una fuente de riqueza desde la sostenibilidad, con un respeto absoluto al medio ambiente; por ello estamos abiertos a la colaboración con los grupos ecologistas para alcanzar objetivos que pueden ser comunes. Por ejemplo, poder explicar a la sociedad que la biomasa es una fuente de energía mucho menos contaminante que el resto.

Con una ventaja importante: esta fuente de energía autóctona nos haría, en cierta medida, autosuficientes, y no tendríamos que depender de suministradores foráneos que nos impondrían, seguramente, unos precios abusivos y con un añadido mas importante aun: los puestos de trabajo directos e indirectos que esta actividad generaría.

Por otra parte, seria conveniente mencionar la necesidad de un plan específico para el saneamiento de nuestras matas de castaño y la posibilidad de que además de la madera fuera posible su aprovechamiento para la producción de castañas y setas.

Como es normal, detrás de esta asociación, hay unos técnicos que avalan esta idea, los efectos de la puesta en práctica y el posterior desarrollo de la misma. Es decir, es fácil comprobar que no estamos improvisando cuando defendemos una idea de futuro para nuestra comarca, sujeta, como bien se sabe, a una crisis feroz.