El campamento romano de L.lagüezos ocupaba 4 hectáreas de suelo rodeadas de murallas

Esperanza Martín y Jorge Camino presentarán hoy los últimos hallazgos de La Carisa en el I Congreso de la Cátedra Complutense de Historia Militar

Los arqueólogos Diego Díaz y Javier Vigil, en las exvacaciones del campamento de L.lagüezos. Lucía Suárez

Los arqueólogos de la Carisa participan hoy en el I Congreso de la Cátedra Complutense de Historia Militar que organiza la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Durante el encuentro, expondrán las novedades de la última excavación que han realizado en el pico L.lagüezos. El enclave, según el estudio que presentarán en el Congreso, guarda un campamento romano con una extensión de cuatro hectáreas y una fortificación defensiva de gran envergadura.

La última excavación en el pico L.lagüezos terminó hace dos semanas. El trabajo de campo estuvo encabezado por Esperanza Martín y Jorge Camino se ocupó de la coordinación científica. Los dos arqueólogos presentarán hoy en Madrid la ponencia "La Vía Carisa, un eje de las guerras contra los astures", en la que resumirán todos los hallazgos de carácter militar que se han producido entorno a la calzada romana.

La Vía Carisa era el camino que unía la Meseta con el puerto de Noega (Gijón) y que pasaba por los montes de Aller y Lena. La construyeron miles de legionarios para iniciar la conquista de Asturias. Con la infraestructura preparada, entorno al año 25 antes de Cristo, comenzaron a construir los asentamientos. El primer campamento en territorio asturiano, según el último estudio en la Carisa, se levantó en el pico L.lagüezos. El enclave separa el actual concejo de Lena del municipio leonés de Villamanín y, aún hoy, está limitado con unas estacas para marcar la frontera asturiana.

Los últimos trabajos en este emblemático pico, que comenzaron a principios de septiembre y recibieron financiación de la Consejería de Cultura, Educación y Deportes, han sacado a la luz muchas sorpresas. Los arqueólogos empezaron a excavar esperando un asentamiento de paso, un "castra estiva" (campamento de verano) que únicamente había servido para preparar la entrada en Asturias. Pero parece que no fue así.

Los primeros hallazgos revelaron que el monte estuvo ocupado por una formación militar de envergadura con, al menos, 2.500 legionarios que iban acompañados por un herrero para arreglar las armas. Los arqueólogos llegaron a esta conclusión tras encontrar restos de herramientas siderúrgicas.

Piquetas, lanzas e instrumental agrícola completan el inventario de las piezas recuperadas a través de la teledetección de metales. El siguiente paso para estudiar el alcance de este campamento fue un estudio sobre la fortificación. Los expertos esperaban un agger fossaque, una construcción típica romana que consiste en una muralla reforzada con un foso. Los hallazgos de esta campaña, de momento, les quitan la razón. A la espera de una nueva excavación, que podría sacar a la luz el foso, los arqueólogos confirman que la fortificación estaba formada por un "agger" (terraplén de tierra o parapeto) cubierto por una fuerte coraza de piedras. El muro tenía una gran altura, para impedir que el enemigo escalase, y era muy ancho. Según Esperanza Martín, "dos personas que caminaran en lo alto de la muralla podían cruzarse sin problemas".

Calcular la extensión del campamento de L.lagüezos no ha sido tarea fácil. La vertiente leonesa del pico estaba cubierta de maleza y, por lo tanto, era difícil ver la fortificación. Los arqueólogos han realizado un estudio topográfico desde el aire, con una serie de imágenes tomadas desde una avioneta, y han llegado a una conclusión: el campamento tenía cuatro hectáreas, es decir, su extensión es la de cuatro campos de fútbol. Esta medida refuerza la teoría de la movilización de una formación militar de envergadura, ya que los romanos solo construían enclaves que podían llenar y vigilar con suficientes hombres.

El hallazgo de Curriel.los

Es imposible comprender el nuevo hallazgo de L.lagüezos sin conocer el campamento romano de Curriel.los. Este enclave, descubierto en 2001 por Jorge Camino y un equipo de arqueólogos, fue el primer yacimiento de origen romano que se encontró entorno a la vía Carisa. Está situado a cinco kilómetros de distancia de L.lagüezos,, entre los municipios de Aller y Lena.

Es una construcción posterior a L.lagüezos -fue ocupada entorno al 23 o 22 antes de Cristo- y de mayor envergadura. Los arqueólogos estudiaron el enclave durante un lustro y el resultado fue rotundo: la fortificación defensiva de este yacimiento es única en Europa y alcanza una extensión de cinco hectáreas.

Curriel.los estuvo sometido a una fuerte presión del enemigo. Pudo albergar a cinco mil legionarios y algunos expertos relacionan este campamento con la rebelión astur del año 22 antes de Cristo. Es una teoría sin confirmar, porque los arqueólogos aún no han encontrado indicios de una gran batalla.

Compartir el artículo

stats