Los participantes tenían dos horas para cocinar los platos del I Concurso "Los nabos na cocina", así que vivieron una maratón entre fogones. Empezaron a trabajar a las diez de la mañana para presentar sus recetas al jurado poco después de mediodía.

Ni "MasterChef", ni "Top Chef", en Moreda buscaron ayer a su particular chef de los nabos. La Escuela de Hostelería del IES Valler de Aller organizó el primer concurso de platos elaborados con esta tradicional hortaliza, en el que participaron siete alumnos de las escuelas de Moreda, Pravia y Gijón. Los aprendices se pusieron el delantal y el gorro, y jugaron con el sabor de esta tradicional hortaliza. Hubo recetas para todos los gustos, pero sólo tres platos finalistas: "Balsa de nabo acaramelado", elaborada por Aitor Losa (Moreda); "Crema de nabos con crudités maceradas con miel y vinagre", cocinada por Paqui Sanchís (Moreda); y "Nabos con bacalao y una salsa de azafrán", una receta que preparó con mucha destreza Sergio Sanzo (Pravia).

El nombre del ganador se dará a conocer el próximo domingo, durante la celebración del certamen del Afuega'l Pitu, en La Foz de Morcín. El concurso de la Escuela de Hostelería está enmarcado en el programa del X Gran Capítulo de la Cofradía Amigos de los Nabos de La Foz de Morcín, que festejó el acto principal el pasado sábado.

Los participantes comenzaron a trabajar a las diez y media de la mañana y tenían un límite de dos horas para preparar los platos. A mediodía, la cocina estaba en silencio pero llena de actividad.

Inmaculada Cabo, alumna de la Escuela de Hostelería de Moreda, empezó la jornada cortando finas capas de pasta. "Voy a presentar un "lasagnito" con afuega'l pitu y nabos", explicó la joven estudiante de primer curso de Dirección de Cocina. Estaba orgullosa de su receta porque "es un plato muy innovador, nunca se ha visto".

Cerca de ella, su compañero Enrique Queipo, vigilaba de cerca un cocido en la olla. El estudiante decidió reinventar el tradicional pote de nabos y preparó una "deconstrucción de pote gallego" con la tradicional hortaliza. Según explicó, "quiero dar una vuelta a la cocina tradicional para ponerla al día". El aprendiz de cocina destacó que los nabos "están muy infravalorados en la gastronomía. Tienen muchas posibilidades". Su receta tenía una buena idea como base, pero no consiguió conquistar al jurado. Sergio Sanzo, uno de los finalistas, también apostó por la innovación gastronómica. "Me gusta probar cosas nuevas y ver cómo funcionan, creo que la creatividad es la pieza clave en la cocina moderna", explicó ayer mientras pelaba los nabos para hacer sus recetas. Además de los nabos con bacalao, que resultaron seleccionados, también puso sobre la mesa unos "nabos rellenos de espuma de compango de fabada y longaniza de Avilés". "Tiene un sabor muy rico y no está pesado, aunque parezca un plato sólo apto para estómagos fuertes", bromeó el estudiante del IES de Pravia.

Los otros dos platos seleccionados llevaban ingredientes más ligeros. Paqui Sachís decidió juntar los nabos con crudités de verduras: "Parece mentira, pero el sabor de los nabos pega bien con casi todo", destacó poco antes de ponerse manos a la obra. Estaba algo nerviosa, porque era su primer concurso de cocina, y se sorprendió al saber que era una de las finalistas.

Aitor Losa preparó la "balsa de nabos acaramelados" en poco más de una hora, pero el proceso creativo previo fue muy largo. Según explicó minutos antes de entrar en la cocina, "inventé muchas recetas y ninguna me convencía. Ésta se me ocurrió justo cuando dejé de pensar".

El alumno de la Escuela de Hostelería de Gijón, Adrián Nosti, también derrochó imaginación, pero no consiguió suficientes votos del jurado. El cocinero preparó una ensalada fresca de nabo, fresas y manzana: "El sabor amargo de la hortaliza pega muy bien con las frutas, sobre todo con las fresas", señaló, mientras cortaba deprisa los nabos. David Díaz, de la escuela de Moreda, también se apuró lo suyo para tener lista a tiempo su "micuit de nabo y zanahoria".

Los alumnos de cocina coincidieron en que trabajar con esta hortaliza fue "una gran sorpresa". La mayoría sólo conocían, hasta hace unos días, el tradicional pote de nabos y ahora han descubierto que son capaces de reinventar esta hortaliza. Algunos se fueron ayer con las manos vacías, pero los tres finalistas esperan ansiosos por el nombre del ganador. El título de chef de los nabos.