El Ayuntamiento de Riosa se ha visto obligado a asumir las tareas de mantenimiento y conservación del entorno de las minas de cobre de Texeo. La tarea, que hasta hace unos meses fue la realizada por alumnos de los talleres de la Fundación Comarcas Mineras (FUCOMI), la llevarán a cabo operarios municipales tal y como reconoció el regidor riosano, José Antonio Muñiz.
"Ahora mismo no hay talleres dedicados a las labores de limpieza y mantenimiento como había en los últimos años, por lo que seremos nosotros mismos, desde el Ayuntamiento, los que nos encarguemos de conservar este área, que una vez rehabilitada, no podemos descuidar", explicaba el regidor riosano, que afirmó que las labores serán esencialmente de conservación.
El complejo minero de Rioseco data, según los análisis de los restos hallados en la zona, del año 2.500 antes de Cristo y se especula con que estas minas de cobre son las más antiguas de Europa. Hasta la fecha, ya se han desarrollado dos de las fases del proyecto. La primera, que finalizó en el verano de 2010, precisó de una inversión de más de 700.000 euros, y en ella se procedió al desbroce de todo el perímetro del poblado minero de Rioseco, así como la recuperación de cuatro de los cinco pabellones y la chimenea. También esta fase incluyó el cierre de algunas bocaminas peligrosas.
Meses más tarde, un convenio con Fucomi permitió que los trabajadores de un taller de formación fueran los encargados de adecuar dos de los inmuebles para utilizarlos como alojamientos rurales, con cocina en la planta baja y dos habitaciones y baño en la superior.
José Antonio Muñiz afirmó que su gobierno no se ha olvidado del proyecto pese a las estrecheces presupuestarias y ya tiene fecha para impulsar la tercera fase de la iniciativa. Será en 2015, y a través de una subvención que pedirá a los fondos Leader de unos 120.000 euros. Esta nueva fase del proyecto incluye la rehabilitación de una bocamina para poder ser visitada, y también la construcción de un mirador desde el que poder observar todo el poblado.
La joya de la corona, eso sí, tendrá que esperar: la recuperación de un cable aéreo sobre todo el enclave de Rioseco.
