La Iglesia Parroquial de San Martín de Turón fue inaugurada en 1944. El imponente templo se edificó, en gran parte, gracias al empeño de los vecinos, que participaron activamente en las obras. Ayer, setenta años después, el edificio volvió lucir casi tan robusto como en su primer día tras superar con éxito un achaque que le ha tenido dos años en reposo. El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, presidió una misa de acción de gracias por la reapertura de la casa parroquial de La Felguera. "Se trata de una iglesia de una factura impresionante que estaba pidiendo a voces una restauración", señaló.

Cientos de turoneses asistieron ayer al acto de reinauguración de la iglesia de San Martín. El Arzobispo de Oviedo estuvo acompañado por el Obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, encabezando una poblada delegación religiosa en la que no faltó el párroco local, Rafael Menéndez, uno de los principales impulsores de la reforma del emblemático inmueble turonés. También asistió a la misa, cantada por el Coro Minero de Turón, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez. "Me ha impresionado la entrega de los turoneses y de muchas entidades que han arrimado el hombro para sacar adelante este proyecto", subrayó agradecido Jesús Sanz Montes. Ahora bien, la Iglesia también ha puesto de su parte. La obra ha permitido reforzar la estructura del edificio, deteriorada por el paso de los años. Lograr afrontar la actuación resultó casi un calvario, ya que el coste de la reforma ascendió a 300.000 euros. Se lograron gracias a las aportaciones de los feligreses y a las actividades organizadas por la comunidad. Con conciertos y mercadillos, entre otros eventos, se logró recaudar unos 112.000 euros. Además, el Arzobispado de Oviedo, avaló un préstamo bancario de 185.000 euros.

La remozada iglesia presenta alguna "mejora" en relación al original. En la parte izquierda del templo se ha habilitado una pequeña capilla dedicada a los mártires canonizados de Turón, ocho hermanos de las Escuelas Cristianas -de la congregación de La Salle- y un sacerdote pasionista, asesinados durante la revolución de 1934. Durante un emotivo acto sus reliquias fueron depositadas en este rincón. "Es un santo orgullo poder decir que estar personas tuvieron tanto valor y entrega que dieron el máximo testimonio que puede dar un cristiano", destacó Jesús Sanz Montes. El Arzobispo de Oviedo lanzó un mensaje conciliador: "En estos hermanos reconocemos una capacidad entrañable para la reconciliación, ya que fueron capaces de morir perdonando, y es que aunque fueron víctimas de muchos, se fueron sin odiar a nadie".

La iglesia de la Felguera ya no tiene goteras. Además de ser un lugar para la oración, para muchos turoneses tiene un significado más allá de lo religioso. En su momento dio cobijo a asambleas clandestinas de trabajadores. El templo ha rejuvenecido, pero sigue cargando con el peso de su historia.